"Cuando veo estos días los despliegues que se han hecho para buscar desaparecidos me da cierta envidia". Así se manifiesta José Manuel Pacheco, hermano de un tinerfeño que desapareció en noviembre del año 1997 en el municipio Santa Úrsula y del que no se ha sabido nada más desde esas fechas. EL DÍA se hizo eco de su pérdida el 18 de enero de 1998, junto a la de otras cuatro personas.

Veinte años en los que un zapato ha sido la única pista relativamente fiable sobre la que organizar una búsqueda eficaz. Lamentablemente para los familiares, se truncó en el camino.

José Manuel lo resume así. "Tres meses después de desaparecer mi hermano Antonio, que era agente de Medio Ambiente del Cabildo, un señor del entorno encontró un zapato que supuestamente era suyo. Pero ocurrió que hasta tres años después del hallazgo la Guardia Civil, que llevó el caso, no consideró necesario investigarlo. Cuando, por fin, se decidió que podía servir, resulta que ya no valía, porque al estar guardado en una bolsa de plástico el ADN que podía contener se había deteriorado. Con todo, las pruebas de calzado y relleno revelaron en un 80% que podía ser de mi hermano".

Conocida esa evidencia, y según añade José Manuel, "un guardia civil, de forma particular, se prestó a investigar el caso y detectó ciertas incongruencias en el relato del señor que había hallado el zapato". Sin embargo, lamenta, "el agente falleció cuando se iba a propiciar un careo con esta persona. Hasta ahí llegó la búsqueda de Antonio". "Esa fue nuestra mala suerte", subraya.

José Manuel, que llevó el caso en su momento hasta el popular programa "¿Quién sabe dónde?", que dirigía Paco Lobatón, reconoce que su madre enfermó a raíz de la desaparición. "Prácticamente fue su muerte", enfatiza.

Ahora confía en que con la incorporación de su hermano a la lista de SOSDesaparecidos, alguien pueda aportar una pista para dar con su paradero. "Que no se olvide, que la Policía se involucre un poco más. Habiendo una prueba como la que hay...", asevera José Manuel Pacheco.

Santiago Carlos Martín, coordinador en Canarias de SOS Desaparecidos, recalca que como el de Antonio hay muchos otros casos en Tenerife y en Canarias que no están contabilizados como desaparecidos en España. "Se dice que hay 7.000 casos y resulta que puede haber un mínimo de 14.000, pues denuncias como la que se presentó con la desaparición de Antonio se pierden con el tiempo", indica.

Cuando desapareció, Antonio Pacheco tenía 46 años.