Un penalti dudoso a la media hora, transformado por Gameiro definió el triunfo del Atlético, que despachó con altibajos, sin exprimirse y con algunos apuros su duelo contra el Deportivo, que tuvo sus momentos, frenados por Jan Oblak o su falta de puntería.

Con seis bajas entre lesiones y sanciones, con Carlos Isaac como debutante en el lateral derecho, con el dato añadido de que once de los 18 convocados eran jugadores surgidos de la cantera y con la sensación de que también pudo empatar, tuvo más valor el triunfo del Atlético, que enlazó su octava victoria en el Metropolitano, mientras aguarda nuevos desafíos, aún lejos del Barcelona, y defiende su segunda posición, con cuatro puntos todavía de garantía.

Todo cambió en el penalti señalado por Trujillo Suárez, en una pugna entre Pedro Mosquera y Saúl que no pareció tanto. Gameiro, de vuelta al "once" entre la sanción de Griezmann y las molestias de Costa, lo transformó con soltura.

No superó ese condicionante el Deportivo, porque el Atlético suele conceder poco, y menos aún cuando tiene el marcador a favor.

En ese panorama entró el partido del conjunto coruñés, que tenía el balón, que profundizaba cuando encontraba la velocidad de Adrián, que jugaba en campo contrario, pero que se quedaba en nada en la zona determinante. Rondó el empate, pero, salvo en acciones puntuales, sin remate, como un cabezazo de Borja Valle, una carrera del delantero que cortó Lucas o un tiro de Bakkali; más inquietud para un Atlético que contaba los minutos para el final.