Por cuarta campaña consecutiva la visita a la cancha bilbaína se saldó con éxito del Iberostar. Esta vez con el premio de romper una racha de cinco partidos consecutivos en liga sin ganar fuera. Su última victoria lejos de casa había sido en el Palau, el 10 de diciembre del año pasado. Un triunfo clave para seguir en la pelea por los "play-off" en un encuentro interesante de los laguneros. Solo las numerosas pérdidas de balón y un pésimo tercer cuarto crearon dificultades a los de Katsikaris. Una magnífica defensa y una buena aportación de Tobey, Abromaitis y Akognon sirvieron para dominar el electrónico durante todo el encuentro. Un punto de inflexión que vivirá una nueva prueba de fuego el próximo fin de semana en otro partido lejos del Santiago Martín, esta vez ante un rival directo como el Unicaja.

El Bilbao Basket metió ritmo en el arranque, con un eléctrico Tabu, pero el Iberostar Tenerife respondía con una mayor versatilidad de sus hombres. Con las pinturas bien cerradas en ambos tableros, los equipos se veían obligados a lanzar desde el exterior. Ahí cuatro triples (dos de Abromaitis y uno de Borg y otro de San Miguel), junto a un cerebral y acertado Beirán, daban las primeras ventajas al cuadro insular, muy activo en defensa. Un 9-16 esperanzador en el ecuador del primer cuarto, obligada Mrsic a pedir tiempo muerto ante el gran acierto de un rival muy concentrado.

Los locales cometían demasiadas pérdidas y los canaristas manejaban un ritmo más pausado, que le aportaba buenos réditos. Llegaron entonces momentos de escasa fluidez por ambos bandos. Al menos los de Katsikaris sabían cerrar el rebote defensivo, pero perdían la opción, de momento, de abrir más brecha en el marcador. Se llegaba con 12-18 al final de los diez primeros minutos, que habían mostrado a un Iberostar notable en defensa, pero irregular en ataque.

En el arranque del segundo acto los bilbaínos continuaban peleados con el aro y en un auténtico bloqueo mental. En los insulares, Tobey, con dos canastas consecutivas, elevaban la distancia a la barrera psicológica de los diez puntos. Dos triples consecutivos de Ponitka completaban un 2-10 de parcial para desesperación de un público de Miribilla demasiado callado. Solo había un equipo sobre la cancha, con un 16-37 que encendía las alarmas. Mientras Tobey seguía muy fuerte en la pintura y a pesar de una última reacción local, los insulares alcanzaron un jugoso 24-39 al descanso con siete triples de 14 intentos.

El paso por los vestuarios sentó muy mal a los tinerfeños. Los vascos, encabezados por Redivo y Salgado, estrechaban la situación hasta el 33-40. Ni si quiera un tiempo muerto del entrenador aurinegro arreglaba el desaguisado. El Bilbao Basket estaba más intenso y empezaba a creer en la remontada. El Iberostar solo sumaba desde el tiro libre. Le faltaba fluidez. Y sus pérdidas permitían rápidos contraataques del rival. Lo conseguido se iba al traste de forma inesperada (43-44).

Un triple de Akognon al final del tercer cuarto, en la primera canasta en juego de los visitantes tras el descanso, aportaba un cierto respiro al equipo. El partido volvía a su calma. Y una nueva canasta de Akognon sobre la bocina colocaba el 55-43 al final del tercer cuarto.

Quedaban ya los últimos diez minutos y se necesitaba un Iberostar concentrado para evitar los sustos del parcial anterior. El Bilbao parecía perder la energía y los isleños volvía a hacerse con el control del juego, con Tobey de nuevo muy acertado. Los locales se aferraban al encuentro, pero a ráfagas y a base de triples. A partir de ahí los puntos caían con cuentagotas y ambos equipos mostraban sus dudas de las últimas semanas. Un triple de Salgado ponía el 59-64 a falta de dos minutos, pero fue rápidamente respondido desde la misma distancia por parte de Ponitka. Pero aún hubo historia porque Thomas puso a su equipo a solo tres puntos (67-70) a falta de 27 segundos. Bassas anotó entonces dos tiros libres, a lo que se unió una pérdida posterior de Redivo, lo que supuso la tranquilidad y el triunfo definitivo para los visitantes una vez más en Bilbao.