Un estudio encargado por el Gobierno de Canarias constata una notable desaparición de las praderas de algas pardas de las costas de las islas, con una pérdida de más del 90% del área que ocupaban hace 30 años y una reducción en el tamaño de los ejemplares, que no superan los 10 centímetros de longitud.

El estudio ha sido encargado por la Dirección General de Protección de la Naturaleza del Ejecutivo regional, que informó de que, a lo largo de 2017, el grupo de investigación de Botánica Marina del Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la Universidad de La Laguna recorrió el litoral de las islas occidentales.

El objetivo era estudiar la evolución, estado de conservación y distribución actual de las algas pardas Cystoseira abies-marina, C. tamariscifolia y C. mauritanica en Canarias.

El grupo de investigadores de la ULL, dirigido por Marta Sansón, realizó numerosos recorridos en embarcaciones a lo largo del perímetro de las islas de El Hierro, La Palma, La Gomera y Tenerife, registrando la posición y dimensiones de las poblaciones encontradas.

Asimismo, se realizaron recorridos a pie y muestreos en determinadas localidades para estimar la densidad y composición de las poblaciones dominadas por Cystoseira. Los resultados obtenidos indican que la única especie de Cystoseira que forma praderas submarinas en las islas occidentales es C. abies-marina y ponen de relieve una gran pérdida de sus poblaciones con respecto a su área potencial y a la extensión que ocupaban hace 30 años, siendo estas pérdidas superiores al 90% en gran parte del litoral de las cuatro islas.

Las características que presentaba esta especie en el pasado solo se conservan en pequeños tramos rocosos del litoral norte de las islas, y únicamente en las localidades de Punta del Hidalgo (Tenerife) y en el norte de El Hierro continúan formando praderas sublitorales de relativa extensión.

El declive o desaparición de estas praderas de macroalgas ha generado cambios en la estructura de las comunidades, con consecuentes efectos sobre la biodiversidad y conservación del medio marino de Canarias.

Como una posible causa del retroceso se apunta, entre otros factores, al aumento de la temperatura del agua del mar que se convierte en uno de los parámetros ambientales a evaluar en relación con la regresión de las poblaciones de Cystoseira.

El Gobierno regional recordó que estas especies son de gran interés para el Archipiélago, ya que forman hábitats claves en las comunidades de costas rocosas expuestas al oleaje. Por ello, está prevista la contratación para el periodo 2018-2019 de un segundo estudio para las islas orientales y los datos aportados por ambos estudios serán la base sobre la que elaborar los planes de protección y conservación de estas tres especies.