La pensión mínima de jubilación para las personas de 65 o más años con cónyuge a su cargo será de 11.348,4 euros anuales en 2018, una vez que se incrementen el 2,75 %, adicional al 0,25 % ya aplicado este año, según el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año.

De esta forma, el incremento total que experimentarán en 2018 las cuantías mínimas de las pensiones contributivas del sistema de la Seguridad Social, así como de a clases pasivas, será del 3 %.

Las pensiones de jubilación que percibirán los beneficiarios menores de 65 años será de 10.638,6 euros al año con cónyuge a cargo.

Si la persona jubilada tiene 65 o más años y carece de cónyuge recibirá una pensión mínima de 9.196,6 euros y, si no ha cumplido esa edad, cobrará 8.603 euros.

Para los mayores de 65 con cónyuge que no esté a su cargo la cuantía es de 8.727,6 euros anuales y de 8.132,6 euros para los menores de esa edad.

En los supuestos de gran invalidez, para mayores de 65 la prestación mínima será de 17.022,6 euros anuales para los pensionistas con cónyuge y de 13.091,4 euros para los que no lo tengan a su cargo.

Para los que no tienen cónyuge y se consideran como unidad económica unipersonal esa pensión ascenderá a 13.795,6 euros.

En lo que se refiere a viudedad, quienes tengan cargas familiares cobrarán 10.638,6 euros al año (un 3 % más que en 2017); los de 65 años o con discapacidad en grado igual o superior al 65 %, 9.196,6 euros; entre 60 y 64 años, 8.603 euros; y con menos de 60 años 6.966,4 euros.

En las pensiones de orfandad, también se incrementan un 3 % de forma que la ayuda por beneficiario se fija en 2.809,8 euros al año, cantidad que se eleva en 6.966,4 euros para la orfandad absoluta, que se repartirá, en su caso, entre los perceptores de una misma pensión.

Por beneficiario, con una discapacidad de al menos el 65 % y menor de 18 años, se fija una pensión de 5.530 euros anuales.

Las prestaciones en favor de familiares también se elevan un 3 % y serán de 2.809,8 euros anuales por beneficiario, de 6.791,4 euros si sólo hay un receptor mayor de 65 años y de 6.400,8 euros si es menor de esa edad.

En el caso de que haya varios beneficiarios, el mínimo asignado a cada uno de ellos se incrementará en el importe que resulte de prorratear 4.156,6 euros al año entre todos.

Respecto a las no contributivas, la cuantía de las pensiones de jubilación e invalidez se incrementa también un 3 % en total, hasta los 5.321,4 euros anuales.

La cuantía de las pensiones del extinguido Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez (SOVI) también ha experimentado la misma actualización, hasta los 5.887 euros anuales si no concurre con otras prestaciones.

Se mantiene el complemento de pensión de 525 euros anuales para el pensionista que acredite fehacientemente carecer de vivienda en propiedad y tener, como residencia habitual, una vivienda alquilada que no sea de un pariente ni cónyuge o persona con la que tenga una unión estable o conviva.

En el caso de unidades familiares en las que convivan varios perceptores de pensiones no contributivas, sólo podrá percibir el complemento el titular del contrato de alquiler o, de ser varios, el primero de ellos.

Además de este alza de las pensiones mínimas y las no contributivas, el proyecto de Presupuestos recoge una mejora generalizada de las pensiones de viudedad del 2 %, al elevar la base reguladora de estas prestaciones del 52 % al 54 %.

También se incrementarán las pensiones más bajas, entre el 1 % y el 3 %, que afectará a aquellas de entre 700 y 860 euros mensuales.