Náyade Remón, la fiscal del juicio con Jurado por el homicidio de un asaltante en una casa de Arafo (Tenerife), ha expuesto hoy, en la sesión final de la vista, que Jonás, que murió durante el robo por el disparo del propietario, sabía "perfectamente" a dónde iba, que nada estaba improvisado y que participó activamente en la vigilancia de la finca los días previos al asalto.

En la presentación de los informes la fiscal ha hecho hincapié en que la actuación del dueño de la casa, Jacinto S.M., estuvo "sobradamente justificada" por tratarse de legítima defensa, y ha recordado que "si algo le importaba" al acusado, era la vida de su mujer.

Asimismo ha defendido que el acusado no sabía, ni tenía forma de saber, que la pistola de los asaltantes fuese un arma simulada, y que la única posibilidad a su alcance para preservar la integridad de sus bienes y de las "tres vidas en riesgo" fue actuar como lo hizo.

La defensa del propietario de la vivienda, el abogado Avelino Miguez, ha solicitado un veredicto de no culpabilidad para los dos delitos, tenencia ilegal de armas y homicidio, aunque subsidiariamente admite seis meses de cárcel por tenencia ilícita de armas.

"La intención de don Jacinto era que los asaltantes se fueran, no quería hacerles daño, es una defensa legítima de libro", ha alegado el letrado.

La acusación particular, ejercida por la letrada Alicia Pomares, que representa a la madre del fallecido en el asalto, ha explicado que el arma que portaba Jonás no se corresponde con el arma simulada presentada y fotografiada para el jurado, y ha reconocido que está convencida de que Jonás no portaba un arma desde el principio.

Asimismo ha defendido la "imposibilidad" de que el fallecido, una vez recibido el disparo, tuviese "la capacidad y la tranquilidad" de pararse, guardar la pistola en la maleta y salir sin dejar ningún rastro de sangre en el arma simulada.

La letrada, aunque ha admitido que el acusado pudiera haber actuado en legítima defensa, con una reducción de la pena de diez años a dos años y medio, se ha reafirmado en que la reacción del acusado no fue proporcional a los medios empleados por los asaltantes y reclama, además, un año de prisión para el acusado por tenencia ilícita de armas.

Ante esta acusación, Avelino Miguez ha señalado que no se trata de diferenciar entre si un arma hace más o menos daño, el letrado también ha defendido que la pistola era el único medio de actuación del que disponía el acusado para proteger su vida y la de su mujer y su suegra.

Asimismo ha recordado que los asaltantes también portaban palos y cinta americana, "si el fallecido le hubiese dado con la vara, le hubiese abierto la cabeza".

En la presentación de sus conclusiones Miguez también expuso que si la bala entró por la mejilla izquierda del fallecido, seccionando la vena yugular de Jonás, fue porque el asaltante, en vez abandonar la casa tras el primer disparo de advertencia del acusado contra el suelo, decidió encararse nuevamente con el acusado.

"En ese momento Jacinto no puede plantearse otra cosa, es un instinto natural", ha afirmado Miguez.

Por su parte, Jacinto no ha querido hacer declaraciones. "Está todo dicho", ha aseverado el acusado.

El jurado se retirará mañana a deliberar para emitir su veredicto y el juicio quedará visto para sentencia.