Hay veces, como ayer, que los partidos se abren con un poco más de cada uno. Sin cambios de jugadores ni de esquema, solo con apretar más, con añadir predisposición, con ir a buscar las cosas de manera más decidida. En eso consistió el cambio que dio el Tenerife entre el primer tiempo y el segundo. Ninguno de los dos períodos mostró un Tenerife brillante, ni siquiera lucido, pero la vuelta de tuerca que le dio cada uno de sus jugadores después del descanso, resultó suficiente para abrir caminos hacia el gol.

El aventajado de ese estirón fue Suso, que salió de la caseta desatado y llevó al equipo una y otra vez cerca del área sevillista para forzar tres córners seguidos. El extremo de Taco no bajó el ritmo ya hasta acabar acalambrado. En una de sus carreras, en transición, proyectado por el buen pase profundo de Víctor Casadesús, Suso dividió la pelota con un pase por abajo al área chica donde apareció por sorpresa Mula y empujó el balón cuando Carmona lo esperaba para despejar. Era el 1-0, en el 67'', en una fase en la que empezaban a aparecer fantasmas en un Heliodoro casi lleno y con los parroquianos al borde de la desesperación. Lógico, el partido estaba cerrado y hasta peligroso.

Este Sevilla Atlético tiene más de lo que representa su pésima clasificación. Le planteó una primera parte muy difícil a los de Etxeberria, casi desquiciante. El Tenerife no pudo mantener el partido en tres cuartos de campo ajeno, porque sin Bryan Acosta la presión es más porosa. El filial pudo salir jugando por dentro, fue preciso desde en las salidas que le dio Fede San Emeterio, y corrió a la contra con mucho acompañamiento. No acertó con el último pase frente al área y, además, tropezó con un muro, la pareja Carlos Ruiz-Aveldaño, que firmaron una actuación defensiva impecable: valientes, arriesgaron una y otra vez dando un paso al frente para cerrar líneas de pase en las oleadas rojiblancas, y sostuvieron al Tenerife sin sufrir ocasiones en contra a pesar de la sensación de peligro que encerraba cada ataque visitante. En el sentido contrario, en ataque, el Tenerife se espesó, porque el filial apretó mucho en la salida de Alberto, que entretuvo mucho la pelota, y porque el equipo no está cómodo cuando tiene que armar el fútbol desde tan atrás. Ese partido tan "largo" incomodó a los de Etxeberria, que se precipitaron en el juego directo, sin ventajas para Longo, y que solo fueron capaces de generar situaciones de marcar cuando recurrieron a entrar por abajo. Suso, también en este primer acto, fue el factor principal. Una acción suya dejó solo en el área a Mula (5'') que dibujó mucho su disparo y permitió lucirse a Soriano. Ya no hubo más sobresaltos hasta el 42'', cuando otra jugada del extremo la remató Longo en el primer palo y la salvó un defensa con Soriano ya superado. Pero el trámite del juego fue interrumpido, impreciso y lento. Una incomodidad de partido para el Tenerife, que necesita agitar al rival con su presión alta y provocarle errores para abrirse caminos. Ayer, no encontró esa rueda.

Por eso, tras el descanso, el primer remedio que se gestó en el vestuario local fue atacar el problema con los que estaban, pero poniendo más de cada uno en cada disputa. Con eso bastó. Ya había entrado Malbasic por Longo (63'') cuando llegó el ansiado gol, y con la ventaja, el equipo se serenó. Apareció en el partido Montañés -invirtiendo para el futuro- y, en el bando oponente, Tevenet corrió más riesgos, se quedó en defensa de tres y añadió más elementos a su ataque, que no produjo ya ni siquiera las buenas sensaciones de la primera parte, porque le respuesta defensiva del Tenerife, en todas las zonas, fue impecable. Empezó a llover y el juego tendió más al error. En una de esas, ya con 85 minutos consumidos, Alberto tiró un despeje que se convirtió en pase para Malbasic, que salvó con el pecho la mala salida de Soriano, esperó al defensa de cobertura, lo sentó con un recorte y empujó a la red la pelota. El gol de la tranquilidad, el gol que afirma todo lo que durante la primera parte peligró. Todavía, el último baluarte, Dani Hernández dejó su firma con una parada impresionante al primer palo en el 87'', en una pelota de arriba a abajo.

El Heliodoro respiró y la gente salió haciendo cuentas, dejando atrás un partido más complicado de lo que se intuye por la simple lectura del resultado. En el marcador, por ejemplo, no aparece el magnífico desempeño defensivo del equipo y su oficio en los malos momentos, que los hubo.

2-0

tenerife sevilla atlético

CD Tenerife: Dani Hernández, Luis Pérez, Carlos Ruiz, Aveldaño, Raúl Cámara; Alberto, Luis Milla; Suso, Víctor Casadesús, Álex Mula y Samuele Longo. En el minuto 62, Malbasic entró por Longo; en el 77'', Montañés sustituyó a Mula; y en el 85'', Vitolo relevó a Víctor Casadesús.

Sevilla Atlético: Juan Soriano (1); Carmona (1), Cristian González (1), Berrocal (1), Alex Muñoz (1); Fede San Emeterio (1), Juan Mena (1); Boutobba (1), Pozo (0), Aitor Cantalapiedra (1); y Carlos Fernández (0). En el minuto 77, Jan Eteki (s.c.) y Olavide (s.c.) entraron por Cristian González y Pozo; en el 85'', Curro (s.c.), por Juan Mena.

Árbitro: De la Fuente Ramos (castellano-leonés). (1) En un partido que no le presentó ninguna dificultad, se lió en detalles menores. Poco equilibrado en el uso de las tarjetas, terminó mostrando demasiadas.Amonestó a Aveldaño (63''), Alberto (74''), Aitor Cantalapiedra (19''), Carlos Fernández (72''), Cristian González (74''), Mena (81'') y Curro (90'').

Goles: 1-0, m. 67: Mula se anticipa a la defensa y empuja a la red un centro de Suso; 2-0, m. 85: Malbasic se va en carrera, salva a Soriano, recorta a un defensa y marca a puerta vacía.

Incidencias: Partido de la trigésimo cuarta jornada de la Liga 1 2 3, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 9.123 espectadores. Tarde fría, con lluvia y viento en el tramo final del encuentro y terreno de juego en aparentes buenas condiciones. El Tenerife lució su indumentaria habitual y el Sevilla Atlético vistió completamente de rojo con una franja blanca en diagonal. Antes de iniciarse el encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de Ángel De Tomás Aguirre, exjugador del Tenerife en la temporada 1961/62, fallecido recientemente. El encuentro estuvo detenido tres minutos al principio de la segunda parte por los problemas del árbitro con su auricular.