Los grupos bancarios que operan en España obtuvieron un beneficio neto de 12.060 millones de euros en 2017, un 51,3 % más que los 7.970 millones ganados en 2016, una cifra que recoge las pérdidas registradas ese año por el Banco Popular, sin las que el beneficio global hubiera crecido un 5,3 %.

Así lo ha explicado hoy en rueda de prensa el presidente de la patronal bancaria, la AEB, José María Roldán, reelegido hoy para otros cuatro años, que ha añadido que la mejora se apoya en el incremento de los ingresos recurrentes, el control de los gastos y las menores necesidades de dotar provisiones.

Los resultados de los bancos registran una mejora "progresiva" y "sostenida", a la que no ha ayudado el actual escenario de tipos de interés negativos, que deberían recuperar niveles más adecuados lo antes posible, ha dicho.

Tras la larga crisis, el sector es ahora más solvente y rentable y está preparado para contribuir al desarrollo económico de España, gracias a la enorme limpieza de balances realizada en estos años, que asciende a más de 260.000 millones, un 26 % del PIB español, y está ya en sus últimos momentos, aunque aún hace falta un esfuerzo.

Sin embargo, el sector afronta retos, entre ellos elevar la rentabilidad y los resultados, mejorar la cultura bancaria, adaptar la banca española al entorno institucional europeo y continuar con la imparable digitalización, ha añadido.

El balance consolidado de los grupos bancarios españoles se elevó a cierre de diciembre a 2,53 billones de euros, inferior en unos 59.000 millones o un 2,3 % al correspondiente al ejercicio anterior.

El crédito a la clientela se redujo un 3,3 % interanual, equivalente a 51.000 millones de euros, y quedó en 1,48 billones de euros, en tanto que la morosidad de la cartera se redujo al 4,6 % frente al 5,7 % de un año antes, con una cobertura del 62 % frente al 64 % de 2016.

Roldán no quiso aventurarse a pronosticar que este será el año en el que veamos un crecimiento del crédito, aunque admitió que podría ser así, gracias a la evolución de la economía.

Los depósitos de la clientela también bajaron, un 1 %, equivalente a 15.000 millones de euros, y se situaron en 1,38 billones, lo que sitúa el ratio de préstamos sobre depósitos en el mínimo del 108 %.

Uno de los elementos que la AEB califica como más destacables de estas cuentas es el crecimiento de los recursos propios a pesar de la absorción "de la entidad resuelta", el Popular.

Los fondos propios contables superaron por primera vez los 200.000 millones de euros, cifra que representaba a cierre de diciembre el 7,9 % del balance, 4.852 millones de euros, y 37 puntos más que el año anterior.

La ratio de capital, afectada por la citada absorción del Popular, se situó en términos de CET1 o capital de máxima calidad en el 12,17 %, 19 puntos básicos menos, al tiempo que la ratio de capital total creció 53 puntos y alcanzo el 15,14 %.

El ROE o rentabilidad sobre el capital se situó a cierre del ejercicio en el 6,16 % frente al 4,09 % de 2016.

En cuanto a los principales márgenes de la cuenta, el de intereses -que recoge los principales ingresos- aumentó un 4,5 % y avanzó hasta la cifra récord de 59.000 millones, en tanto que el bruto -que añade ingresos por comisiones- creció un 3,8 % y se acercó a los 85.000 millones.

Tras restar unos gastos de explotación de 41.733 millones (un 0,4 % más) y unas dotaciones y provisiones por deterioro de activos de 20.000 millones (-10 %), el resultado de la actividad de explotación de la banca subió un 41,5 % y se situó en 15.264 millones de euros.

Las cuentas anuales de la AEB incluyen también los resultados individuales de los bancos españoles, que arrojaron unas pérdidas conjuntas de 6.532 millones de euros, debidas a los elevados saneamientos que hubo que hacer tras la resolución del Popular.