El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, Narvay Quintero, aprovechó su intervención, durante el pasado jueves, ante la comunicación "Una asociación estratégica renovada y más fuerte con las RUP de la UE" para remarcar que, en el ámbito pesquero, Bruselas debe permitir que haya ayudas estatales para la construcción de nuevos barcos en las regiones ultraperiféricas por la obsolescencia y envejecimiento de los buques actuales. Quintero sostiene que se trata de algo "de la máxima trascendencia" para Canarias, "pues contamos con una de las flotas más envejecidas de España y su renovación es de capital importancia para mejorar la seguridad de nuestros pescadores y para mantener la actividad profesional en el Archipiélago".

En esa comunicación, se apuesta por la continuación y, sobre todo, el reforzamiento del reglamento Posei y de las disposiciones específicas del Feader para las RUP. En pesca, se apunta también a la posibilidad de incluir medidas de gestión, incluido un régimen de compensación, tal y como ocurría para estas regiones alejadas en la Política Pesquera Común antes de su última reforma. Unas ayudas que servían para subvencionar los costes añadidos que se dan en estas comunidades por "la pesca, cría, transformación y comercialización de determinados productos", así como de la acuicultura. Estas ayudas se incorporaron al Fondo Europeo Marítimo y de Pesca, pero la consejería lamenta las dificultades que su encaje jurídico ha originado en su gestión, ya que se multiplican los retrasos porque su proyección es al futuro, cuando, en realidad, deben compensarse gastos ya realizados.

También se pide una mayor coordinación de las RUP y la UE a la hora de negociar con los terceros países y las organizaciones regionales de ordenación pesquera respecto a los acuerdos de pesca sostenible, para analizar su impacto en estas regiones y preparar las medidas necesarias. Por supuesto, y más con la reciente sentencia, Quintero remarca la tradición centenaria de los pescadores canarios de explotar caladeros de la costa africana cercana, algo que resulta clave para sostener esta actividad en las Islas. De ahí que reivindique un papel preponderante de Canarias en las negociaciones de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA) y en el Comité de Pesquerías del Atlántico Centro Oriental (CPACO).

En su intervención, además, aboga por incrementar precisamente los beneficios de esas organizaciones regionales de ordenación pesquera y de los pactos de colaboración sobre pesca sostenible para las flotas artesanales de las RUP, mejorando su acceso a las poblaciones de pescado más migratorias, sobre todo para la flota atunera y con especies como el atún rojo, del que dependen unas 200 embarcaciones con base en las Islas. Sobre esto, se propone también que los estados miembros, con España coordinándolo con Canarias, aumenten al máximo la recogida de datos científicos, reforzando, asimismo, la investigación marina y pesquera con el objetivo de mejorar esa gestión del subsector.