Solo vencieron dos de los rivales directos del Tenerife en la carrera hacia la promoción de ascenso. Por tanto, la derrota de los blanquiazules en León pudo tener peores consecuencias clasificatorias.

Al final, ese tropiezo dejó al equipo de Joseba Etxeberria a cuatro puntos de la sexta plaza, posición que ahora ocupa un Oviedo que fue, junto al Numancia, el gran beneficiado del fin de semana en lo que al "playoff" se refiere. Solo vencieron los asturianos y los sorianos, al Nástic y al Lugo. Los demás, o se conformaron con un punto (Osasuna y Granada) o ni siquiera sumaron (Cádiz, Zaragoza y Valladolid).

El Tenerife pasó de tener una desventaja de dos puntos, la que resultó de su triunfo ante el Sevilla Atlético en la fecha anterior, a estar ahora al doble de distancia con siete partidos por jugar, empezando por el de este sábado ante el Huesca en el Rodríguez López. A partir de ahí, Rayo, Almería, Reus, Sporting, Cádiz y Albacete, con visitas a los estadios de Vallecas, municipal de Reus y el Ramón de Carranza.

Aunque el objetivo de recortar cuatro puntos no parezca inalcanzable, ya que el Tenerife tuvo una desventaja de once cuando decidió sustituir a Martí por Etxeberria, no existen antecedentes de remontadas de esta magnitud desde que se instauró el actual sistema de ascenso, con dos equipos que suben por la vía directa y otro que sale de la disputa del "playoff". De hecho, en los siete casos anteriores apenas se produjeron cambios en la cabeza de la tabla en las siete últimas semanas, en cuanto a la entrada y salida de equipos de la zona de privilegio. El caso más extremo es el del Córdoba en 2014. Los verdiblancos accedieron a la fase final siendo séptimos (el Barcelona B fue tecero) tras salvar una diferencia negativa de dos puntos en la jornada 35ª.