La riqueza financiera neta de las familias y empresas españolas, que se mide por la diferencia entre los ahorros que atesoran y las deudas que tienen, se situó en 1,373 billones de euros en 2017, un 3,8 % más que los 1,322 billones del año anterior.

Según las Cuentas Financieras correspondientes a 2017, que hoy ha publicado el Banco de España, la deuda bruta de las sociedades no financieras y de los hogares e instituciones sin ánimo de lucro (ISFLSH) sumó 1.840 millones de euros al final del cuarto trimestre de 2017, un 158,1 % del Producto Interior Bruto (PIB) y 8,6 puntos porcentuales por debajo de la ratio registrada en 2016.

En una nota, la entidad informa de que los activos financieros de los hogares e ISFLSH sumaba a finales de año 2.148 millones de euros, un 2,4 % más que un año atrás, fruto de una adquisición neta de activos financieros de 30.000 millones de euros y de unas revalorizaciones de 20.000 millones, debidas, fundamentalmente, al incremento del precio de los activos de renta variable.