Un día especial donde los haya para la comunidad educativa del CEIP Tomé Cano, cuyos esfuerzos se centraron en una recogida de alimentos para repartirlos entre los más necesitados a través de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, gracias a la celebración de una espectacular Carrera Solidaria que se adueñó de los corazones, no ya solo de los alumnos participantes (más de 400), sino de las familias que quisieron compartir una mañana distinta.

Y la misma vino de la mano de los propios niños y niñas que por edades participaron en unos circuitos programados en el patio y en las instalaciones del colegio.

La fiesta ya estaba servida. Alegría desbordante, preciosas carreras en las que lo más importante era realmente participar y un muy buen rollo que será recordado por una organización que sencillamente lo bordó y que cumplió con el objetivo de colmatar varias mesas con productos alimenticios y de primera necesidad que serán repartidos entre los más necesitados.

Como colofón, un antiguo alumno del cole, Pepe Benavente, cerró la edición más espectacular de la Carrera Solidaria.