El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió hoy de que una inesperada subida de la inflación en EEUU, consecuencia del estímulo fiscal lanzado por el presidente Donald Trump, podría provocar "fuertes" tensiones financieras, algo especialmente preocupante por el alto endeudamiento global.

En su informe de "Estabilidad Financiera Global", divulgado hoy, el Fondo señala que se avecina un camino con "sobresaltos" de cara a la estabilidad financiera.

"La inflación podría subir más rápido de lo previsto actualmente, posiblemente empujada por la significativa expansión fiscal que ha puesto en marcha Estados Unidos", indico Tobias Adrian, director del Departamento de Asuntos Monetarios del FMI.

Como consecuencia, afirmó, "los bancos centrales podrían responder a ese aumento de la inflación con más firmeza de la que se espera en este momento, lo cual podría producir una fuerte constricción de las condiciones financieras".

El Congreso de EEUU aprobó en diciembre una agresivo plan de recorte de impuestos para las empresas y, en menor medida, para los trabajadores al que se sumó poco después una ley de gasto público que elevó los fondos para defensa y otros programas sociales.

El Gobierno de Trump también impulsa en el Congreso un millonario plan de inversiones en infraestructuras.

Este estímulo fiscal puede sobrecalentar la economía, lo que llevaría a la Reserva Federal (Fed) a acelerar su ajuste monetario, más allá de las dos subidas de tipos que ha previsto para este año; actualmente están entre el 1,5 % y 1,75 %.

Para añadir complejidad, este impulso fiscal se produce cuando la tasa de desempleo en el país es del 4,1 %, la más baja desde 2000, y el propio organismo dirigido por Christine Lagarde ha señalado que podría bajar al 3,5 %.

A comienzos de semana, el economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld, reconoció que no existen referencias sobre lo que puede ocurrir cuando el desempleo llegue a esa cifra, por lo que crece el temor de que la inflación se dispare de manera súbita.

Esto tendría importantes consecuencias para otros bancos centrales, como el Banco Central Europeo (BCE), que mantiene el precio del dinero en torno al cero para estimular la economía y va más lento en el ciclo de ajuste, y se vería obligado a reaccionar.

Adrian subrayó que "las vulnerabilidades financieras, que se han acumulado durante los años de extremadamente bajos tipos de interés y volatilidad, pueden hacer que el crecimiento se ponga en riesgo".

A ello se sumó la alerta del director de Asuntos Fiscales del Fondo, el portugués Vitor Gaspar, en la presentación del informe fiscal de que la deuda global se encuentra en máximos históricos, al alcanzar el 225 % del PIB mundial, superando incluso el pico registrado en 2009.

La media de deuda respecto al PIB de los países avanzados se sitúa en el 105 %, mientras que en las economías emergentes el pasivo está al 50 % de su producto.

"En el pasado, estos datos se han asociado con crisis fiscales. El endeudamiento de los emergentes sólo era superior en la década de los ochenta, un periodo que se ganó el apodo de década perdida en Latinoamérica", agregó Gaspar.

La publicación del informe coincide con la asamblea de primavera del FMI y el Banco Mundial (BM), que se celebra esta semana en Washington y a la que están convocados los ministros de Economía y gobernadores de los bancos centrales de sus 189 países miembros.