Francisco Montañés Claverías (Castellón, 8/10/86) siente que, después de estar cinco meses y medio de baja, llega a tiempo para ser partícipe de un final de temporada en el que ve posible la clasificación del Tenerife para la promoción de ascenso. De hecho, sostiene que, por el "potencial de la plantilla", el equipo blanquiazul "depende de sí mismo".

¿Qué enseñanza extrajo de la derrota ante la Cultural Leonesa?

No hay que relajarse. Llevábamos una buena racha, pero todos los partidos son difíciles y cada equipo se juega mucho. Tenemos que salir más tensionados. Si no, cualquiera te hace goles y luego no es fácil remontar.

No se lo podría creer.

Nos sorprendieron. Te pueden crear ocasiones, pero es difícil que te metan tres goles en 40 minutos. La falta de tensión inicial nos hizo ir a remolque. Tenemos que evitar que nos sorprendan así y madurar más los partidos.

¿Lo considera un tropiezo cualquiera o le da más trascendencia?

Lo importante es no descolgarnos de los puestos de "playoff". Somos conscientes de que cada partido cuenta mucho. Son finales.

¿Nota más pesimismo ahora?

Dentro del vestuario estamos igual. Somos optimistas y no vamos a echar al traste todo lo que habíamos hecho por una derrota. Somos conscientes de lo que nos jugamos y también de que lo que pasó León no puede repetirse. No nos pueden volver a pillar. Tenemos que estar concentrados desde el minuto uno.

Por lo que dice, está garantizada otra respuesta ante el Huesca.

Nos enfrentaremos a un equipo muy intenso y sí, estamos obligados a jugar concentrado los 90 minutos. Somos conscientes de lo que nos jugamos, del rival que viene al Heliodoro y de que podemos dar un paso grande para acercarnos al sitio en el que queremos estar.

Un empate incluso sería poco...

Tenemos que pensar en ganar. En casa somos un equipo fuerte, un conjunto con confianza. Y tenemos a la gente de nuestro lado. El público está apretando y nos está dando mucho. No debemos salir a especular. Tenemos que salir a ganar.

¿Le está gustando el ambiente?

Ante el Sevilla Atlético tuve la ocasión de jugar y lo noté. El público te da esa carrera y ese esfuerzo de más. Lo ves apretar y te exiges.

Les toca enfrentarse a cuatro rivales que ahora están entre los cinco primeros puestos. ¿Da vértigo?

Pero no nos sentimos inferiores. Nos vemos igual que ellos. Está más que demostrado que esta categoría es muy pareja y que cualquier equipo te puede ganar. Por ejemplo, el Sevilla Atlético nos puso las cosas muy difíciles. Eso sí, tendremos que sentirnos con más confianza que los que vengan, porque en casa hemos hecho bien las cosas.

¿Es positivo recibir a un Huesca que ya rompió su mala racha?

No sabría qué decir. Es que ellos se juegan mucho. Con nueve jornadas sin ganar habrían venido igual. Pero nosotros tenemos que pensar que siempre nos jugamos mucho más que los rivales, sobre todo en casa. Eso se tiene que notar.

¿Cómo ve la lucha por subir?

Somos muchos equipos en la pelea, pero dependemos de nosotros. Si hacemos las cosas bien, estaremos ahí. Estamos trabajando mucho y cada entrenamiento se vive con una intensidad brutal. Queda un mes y medio para dejarse la vida. Dependemos de nosotros.

¿Lo tiene tan claro?

Sí, porque si hacemos las cosas bien, creo que nos vamos a meter. Pero también es verdad que no es fácil que todo te salga perfecto. Los rivales buscarán lo mismo. No obstante, por el potencial que tenemos, dependemos de nosotros.

¿Diría que llegan al tramo decisivo en el mejor momento?

Llevamos una buena racha, con buenos partidos y buenos resultados, pero es imposible ganar siempre. A veces, una derrota te viene bien para espabilar, abrir más los ojos y trabajar más. Soy optimista. Queda tiempo para meternos. Está en nuestras manos. Si ganamos al Huesca, seguiremos muy cerca y se verán las cosas diferentes.

Jugó una promoción con el Alcorcón y subió directo con el Leganés. ¿Hasta qué punto puede ser una ventaja ir de menos a más?

Pienso que las dinámicas sí importan. Si vienes desde abajo y estás con confianza, es mejor que llevar un tiempo resistiendo arriba, porque te vas descolgando y no llegas con las mejores sensaciones al "playoff". Nosotros tenemos esa dinámica, pero hay que aguantarla.

En cualquier caso, le parecerá una buena noticia hablar de ello.

Sí. Hace un par de meses estábamos con el miedo en el cuerpo por vernos abajo. Ahora todo es diferente y valoramos el trabajo que hemos hecho para habernos acercado, tanto como el que seguimos haciendo para seguir adelante.

Cuenta Etxeberria que, al llegar, percibió mucho silencio y el peso de la responsabilidad en el grupo.

Los futbolistas somos exigentes. En el fútbol puedes hacer muchas cosas bien, pero también te puede pasar que no consigas resultados por diversas circunstancias. La nuestra era una situación incómoda. Sabíamos que teníamos potencial y era frustrante vernos tan abajo. Era difícil de llevar. Pero el fútbol te da la oportunidad de cambiarlo todo en unos meses. Lo ideal es ser realista, tener la cabeza fría y saber que todo puede cambiar.

¿Cómo explica ese cambio?

Es difícil, porque con Pep (Martí) también trabajábamos muchísimo, pero entramos en una mal dinámica, no nos salían las cosas y nos bloqueamos. En esos casos, por mucho que trabajes más, sigues con el bloqueo mental. Con el cambio de entrenador hemos seguido trabajando igual, con intensidad, pero nos empezaron a salirnos las cosas y ahora estamos con confianza. En el fútbol no siempre se puede explicar todo. Las dinámicas influyen. Y cuando viene una buena, tienes que subirte a esa ola y no bajarte.

Usted se subió a la ola más tarde de lo deseado. ¿Cómo lo lleva?

Lo pasé mal en estos cinco meses y medio sin jugar. Desde el primer mes ya quería entrar, pero veía que el tobillo no iba bien. Por suerte pude participar en los dos últimos partidos (Sevilla Atlético y Cultural). El míster me dio unos minutos que me han venido muy bien, pero tengo que coger confianza. Tengo unas ganas enormes de participar. No había estado tanto tiempo parado. Ahora me apetece sentirme bien, en forma, y eso te lo dan los minutos. Lucho para eso.

¿Qué fue lo peor?

En mi caso, tener paciencia. Al principio no quería ser consciente de que iba a estar tanto tiempo de baja. Me marcaba plazos imposibles. Fue una lesión grave, aunque quería verla de otra manera. Lo peor fue tener paciencia, porque iban pasando los meses y me daba cuenta de que el tobillo no mejoraba. En estos casos, el cuerpo es el que te dice que no y te impide ir adelante. Es duro ver que tus compañeros entrenan y quedarte en el gimnasio sin tocar el balón.

¿Se produjo alguna rotura?

Sí, roturas parciales de los ligamentos del tobillo. Cuando me dieron el golpe, estuve mucho tiempo con un edema que no dejaba que las resonancias salieran bien. Era difícil establecer un tiempo de espera. Y fue grave; tocó ligamentos, huesos... Nadie fue realista, empezando por mí. Yo no lo quería ver. Creía que con un esguince iba a estar corriendo a los dos meses.

Casi se duplicaron los plazos.

A lo mejor nos precipitamos todos un poco. Si me decían que iba a estar sin jugar de tres a cinco meses, me aferraba al plazo más corto. Pero, en realidad, era una lesión grave.

Viajó a Madrid para visitar al doctor Pedro Guillén. ¿Tuvo alguna duda con el tratamiento?

Llegué a una fase en la que salía al campo, sentía dolor y no podía correr. Decidimos que me viera Guillén para que valorara el trabajo que estaba haciendo y me dijera si debía hacer otras cosas. Guillén un fenómeno en la materia y sabíamos que iba resolver las dudas que se pudieran plantear. Estuve un par de veces en su consulta y me fue bien, con la ayuda de los médicos, fisioterapeutas y el recuperador del club.

¿Qué pide en lo personal?

Después de tantos meses de baja, ojalá pueda ayudar al equipo a conseguir el objetivo. La meta es colectiva y, después de haberlo pasado mal, la alegría más grande que me llevaría sería la de poder ayudar al máximo al equipo. Ahora estamos en una posición que nos permite soñar y quiero sentirme partícipe de lo que vayamos a hacer.

Tiene otro año de contrato. ¿Se lo toma como una oportunidad para compensar esta temporada?

No lo pienso. Todavía me queda mucho por hacer en esta temporada. Me centro en el presente. Tengo partidos para intentar demostrar cosas y ayudar a los compañeros.

¿Qué impresión se ha llevado de Joseba Etxeberria?

Lo conocía como futbolista más que como entrenador. Cuando vino, estaba lesionado y el trato fue fenomenal. Se preocupaba mucho por mí. Luego, también me ha ayudado bastante en el campo, porque no es fácil volver a entrenar después de cinco meses. Se ha portado de manera excepcional. Hay "feeling" con el grupo. Nos entendemos bien, nos gusta la intensidad que mete y el apoyo que nos da, no quiere que nadie se relaje... Estamos cómodos con el míster y creo que él también lo está con los jugadores.

¿Le gustaría que continuara?

Si sigue, fenomenal. Estamos muy contentos con él y le deseo lo mejor. Me parece un buen entrenador y espero que siga con nosotros.