La ciudad de Santa Cruz de Tenerife es la que cuenta con menor presión fiscal propia de Canarias, según se desprende de un informe comparativo elaborado por el Ayuntamiento, que revela que un contribuyente ahorra una media de 45 euros al año respecto a otro de Las Palmas de Gran Canaria.

El informe comparativo basado en los datos oficiales de los presupuestos de las principales ciudades canarias durante el periodo 2016-2018 pone además de manifiesto que Santa Cruz de Tenerife ha ajustado a la baja los ingresos por impuestos y tasas propias de 81,9 millones en 2016 a los actuales 78,1 millones en 2018.

El Ayuntamiento de la capital tinerfeña indica en un comunicado que esta reducción objetiva en el esfuerzo fiscal de Santa Cruz que se proyecta en la economía de las familias y de las empresas de la ciudad, que en 2016 contribuían individualmente una media de 402 euros al año y que hoy, en 2018, lo hacen con 383 euros.

Comparativamente, en 2016 los contribuyentes de Santa Cruz pagaban 35 euros más que los de la capital grancanaria y en 2018, esa diferencia se ha invertido y los ciudadanos de la capital tinerfeña pagan 45 euros menos que los de Las Palmas de Gran Canaria.

El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, destaca que la ciudad es a día de hoy la más competitiva, más atractiva para la inversión y que más apoya la economía familiar a través del ahorro.

El concejal de Hacienda, Juan José Martínez, argumenta que "esta comparativa en ningún caso representa una crítica a la política fiscal de otras ciudades del Archipiélago, sino una realidad objetiva que pone en valor el compromiso continuado en el tiempo de Santa Cruz en la reducción de impuestos para favorecer la competitividad de nuestra economía".

Martínez añade que las diferencias entre municipios a la hora de pagar impuestos se debe a los tipos de gravamen que se aplican a los cinco impuestos de recaudación municipal: IBI, Circulación, Plusvalía, IAE e ICIO.

"La Ley de Hacienda Locales regula estos gravámenes pero permite una horquilla con topes máximos y mínimos que quedan a elección de cada municipio y son el elemento clave para explicar estas diferencias. Nosotros hemos ajustado a la baja, especialmente este año, y eso se nota y, lo más importante, lo notan las familias y la economía de la capital", señala.