La de ayer fue una tarde especialmente adversa para Carlos Ruiz. El defensa estuvo en el campo poco más de media hora. En ese tiempo recibió dos tarjetas amarillas, una por "hacer observaciones de orden técnico" al árbitro, según indicó el colegiado en el acta, y otra por "derribar a un contrario en la disputa del balón" en la acción que dio paso al penalti para el Huesca.

El granadino no se quedó en el Heliodoro Rodríguez López después de ser expulsado. Su protesta en la primera de las amonestaciones se produjo por un golpe que recibió en la cara, situación que aconsejó su traslado a un centro hospitalario. En concreto, Carlos estuvo en Hospiten Rambla para conocer el alcance del traumatismo que había sufrido. "Tras las pertinentes pruebas, se descartó una fractura ósea y le fueron aplicados tres puntos de sutura en la boca. Se verá evolución", explicó el club. En cualquier caso, será baja ante el Rayo por una sanción.