Estudiantes universitarios, los protagonistas de las mayores protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega en años, afirmaron hoy que, pese a la anulación de la reforma de la seguridad social que hizo detonar la crisis, mantendrán la lucha hasta ver al presidente fuera del poder.

Tras el discurso de Ortega este domingo, en el que anunció la derogación de la reforma que aumentaba las cuotas y bajaba las pensiones, los estudiantes atrincherados en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), en Managua, continuaban colocando barricadas de piedras con pedazos de rótulos publicitarios, y neumáticos quemados.

"No queremos la política sandinista orteguista", aseguró un universitario a Efe, que omitió su nombre por seguridad, mientras caminaba de prisa para apoyar a sus compañeros que, a escasos metros, pedían refuerzos para ahuyentar a agentes antidisturbios que se aproximaban a la zona de combate.

Aunque la reforma a la seguridad social "creó está situación dramática", como reconocía este domingo Ortega en su alocución, los estudiantes no quieren desistir, y suman más reivindicaciones para exigir que el mandatario deje de gobernar, como el alza de combustibles, el precio de la canasta básica y las escasas fuentes de empleo, entre otros.

"Están locos, Nicaragua no se va a dejar. Fuera la Chayo (Rosario Murillo, vicepresidenta), fuera Daniel", gritaba un estudiante que se manifestó este domingo en la Upoli.

En el levantamiento de la fortaleza que los estudiantes han construido en los alrededores de la universidad han colaborado vecinos, quienes sacan de sus casas tubos de hierro, piedras o pedazos de metal para bloquear la zona.

Hay que pasar al menos cuatro retenes para poder llegar hasta "el corazón" de la universidad, y en cada uno hay que identificarse por si "acaso hay un infiltrado" del Gobierno, aseguraron los universitarios, que con tiradoras, lanza morteros y bombas molotov están alerta ante cualquier asalto de la Policía.

Dentro de la casa de estudios se construyó, improvisadamente, un hospital para atender a los heridos durante las manifestaciones, según pudo constatar durante un recorrido.

En su interior hay un área de almacén de medicamentos, otra de alimentos, una central de equipos médicos que cuenta con especialistas en cirugía, en trauma, anestesiólogos y enfermeros, entre profesionales con basta experiencia, además de estudiantes.

El sábado el puesto médico recibió al menos 25 heridos por balas de plomo que impactaron en las extremidades de los manifestantes pero "afortunadamente ninguno murió", aseguró un médico de turno.

Los heridos de gravedad son llevados en ambulancias a un hospital público y otros son asistidos en hospitales privados.

Los manifestantes han utilizado las redes sociales para denunciar represión por parte de la Policía Nacional y el apoyo de los agentes a las fuerzas de choque afines al Gobierno, a las que responsabilizan de los saqueos al comercio ocurridos este domingo de madrugada y persistieron hasta horas después del mediodía en diferentes comercios de la capital.

Ortega dijo este domingo, en la misma alocución en la que anunció la derogación de la reforma de la seguridad social, que la mayoría de los nicaragüenses lo respaldan en sus acciones "para restablecer el orden", y aseguró que actuará "con la firmeza correspondiente".

"No podemos permitir que aquí se imponga el caos, el crimen, el saqueo (...) tenemos la ley, tenemos las instituciones, para actuar con la firmeza correspondiente", advirtió.

Policías antidisturbios se mantienen desplegados en varias ciudades, tras noches de enfrentamientos y actos de vandalismo, que no parecen ceder a pesar de los llamamientos y advertencias del presidente.