Todo lo que no sea ganar en Vallecas convertiría lo que hoy es difícil casi en un milagro. Las dos derrotas consecutivas del Tenerife han complicado sobremanera sus opciones de estar entre los seis mejores de Segunda a la finalización de la jornada 42. Pero los de Joseba Etxeberria no han dicho su última palabra. Reactivar la remontada que le llevó de -11 a -2 puntos con la zona de "playoff" aún es viable, pero pasa por doblegar a un equipo que ahora lidera la tabla clasificatoria.

En las cuentas, esas que tan poco le gustan al entrenador blanquiazul, hay dos variables claras: el conjunto insular no puede ganar menos de cuatro partidos ni perder más de uno. Todo se basa en la proyección de puntos que siguen situando la sexta plaza en 65 ó 66 puntos. Con solo tres victorias no se puede alcanzar ya estas cantidades. Por tanto, 13 puntos (cuatro ganados, uno empatado y uno perdido) es la estimación más "barata" para disputar las eliminatorias de ascenso en estos momentos.

Luego, entran en juego otras cuestiones como el rival con el que podría jugarse en las últimas jornadas la sexta posición el Tenerife. Resulta evidente que le beneficiaría que el Oviedo, el Osasuna o el Cádiz fueran sus adversarios directos en la pelea, puesto que le tiene ganado el golaveraje a los dos primeros y está en disposición de hacer lo mismo con el tercero si gana en Carranza.

En esta tesitura, podría estar también el Real Zaragoza. No tiene ganado el enfrentamiento particular, pero sí el general por un margen escaso (+9 a +8). De mantenerse por delante, superaría a los aragoneses en la clasificación en caso de empate a puntos. En cambio, equipos como el Numancia, el Granada y el Valladolid no son buenos acompañantes en esa pelea.

Los duelos directos pueden, de nuevo, echar una mano a los blanquiazules. El Numancia-Oviedo y el Valladolid-Cádiz del próximo fin de semana ya le permitiría (en caso de ganar en Vallecas) recortar distancias al menos con dos de esos cuatro equipos. Además, el Granada y el Zaragoza visitan dos campos siempre complicados: Huesca y Reus. No es menos cierto que el trabajo propio, sin Longo ni Carlos Ruiz y después de dos desmoralizantes derrotas, puede ser el más complicado de todas estas cábalas.

Hasta 16 goles encajados en el primer cuarto de hora

Los apagones del CD Tenerife, esas salidas en frío al comienzo de cada parte, se han hecho tan habituales esta temporada que han estado presentes en forma de goles hasta en 14 partidos. De ellos, 10 han acabado en derrota (Valladolid, Lugo, Almería, Gijón, Zaragoza, Granada, Soria, León fuera de casa y las visitas a la Isla de Barcelona B y Huesca). Encajar 16 goles (8 en cada parte) en el primer cuarto de hora no habla demasiado bien del nivel competitivo del conjunto que ahora dirige Joseba Etxeberria en el apartado de la tensión necesaria para saltar a un terreno de juego. Tras el descanso, el asunto se agrava hasta el punto de haber recibido nada menos que 6 tantos en los primeros siete minutos (entre el 45 y el 52). En Valladolid, por ejemplo, ya perdía 1-0 pero el 2-0 sentenció el choque. Dos semanas más tarde, en Lugo, encajó el único gol del encuentro en el segundo minuto de la reanudación. Contra el Rayo en casa, se fue al descanso perdiendo 0-1 e igualó en el minuto 50. Pero dos después, otro despiste le puso de nuevo en desventaja. Ese día acabó empatando. En Albacete logró remontar el gol de Bela (48'') para sumar los tres puntos, algo que también logró en Tarragona (había recibido el 1-0 en el minuto 10) y contra el Lugo en casa (el 0-1 en el 15''). Esas remontadas no se habían producido a la inversa. El Huesca es el primer equipo que, viéndose por detrás en el marcador contra el Tenerife, acaba ganando el partido. Le ayudó la actuación arbitral, pero también la tremenda pájara blanquiazul en el arranque de la segunda parte: marcó el 2-2 en el 47 y el 2-3 en el 54. En nueve minutos ya le había dado la vuelta al marcador. Hay otra constante a tener en cuenta en los insulares y que avala la teoría de sus malas entradas en los partidos: ha recibido más goles en la primera parte (23) que en la segunda (18). Cuando menos encaja, del 75 al 90 (4).