Los sindicatos CCOO y UGT han alertado hoy del "alarmante aumento de la siniestralidad laboral" que sostienen que se está produciendo en Canarias, donde solo en los dos primeros meses de 2018 se han registrado 11 muertes de trabajadores, casi la mitad de las 24 ocurridas en todo 2017.

"Los datos son dramáticos", ha sostenido en nombre de ambas organizaciones la secretaria de Salud Laboral de CCOO en el archipiélago, Carmen Marrero, que, además, ha afirmado que "la realidad es mucho más grave" de lo que muestran las estadísticas sobre accidentes laborales, que no reflejan todos los que se producen en verdad ni sus dimensiones exactas.

Puesto que "uno de cada cuatro trabajadores está en la economía sumergida, con lo que no existe para las estadísticas", y, además, entre los que sí se tienen en cuenta a la hora de elaborarlas "hay muchos que no declaran los accidentes o enfermedades que sufren en su puesto por miedo a perder el empleo".

A estas circunstancias hay que sumar la de que, al tiempo, las mutuas de seguros que evalúan los siniestros registrados en el ámbito laboral suelen rebajar su importancia, según ha asegurado.

Como ejemplo de ello, esta dirigente de CCOO ha relatado que "ha habido quien ha perdido dos dedos en un accidente de trabajo que, pese a eso, ha sido calificado como leve".

Carmen Marrero ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa convocada conjuntamente por CCOO y UGT para hacer balance de los datos de siniestralidad laboral en las islas con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se conmemora el 28 de abril.

En ella ha estado acompañada por los secretarios generales en el archipiélago de UGT, Gustavo Santana, y CCOO, Inocencio González, que han achacado el aumento de la siniestralidad a la precariedad laboral derivada de las contrataciones temporales, mayoritarias en Canarias, del incremento de la carga de trabajo de los empleados y de la falta de adopción de suficientes medidas de prevención de riesgos .

Factores que han empeorado a consecuencia de la crisis, que "ha repercutido de forma muy negativa en la seguridad laboral" porque ha sido aprovechada por los empresarios para recortar las medidas de seguridad y exigir más a sus trabajadores, que han aceptado sus imposiciones "por miedo a que les despidan", ha sentenciado Santana.