La primera ministra británica, Theresa May, ha reiterado este jueves su apoyo a la titular de Interior, Amber Rudd, después de que el Partido Laborista haya solicitado su dimisión por la polémica sobre la ''generación Windrush'', inmigrantes caribeños que llegaron legalmente a Reino Unido y cuyos permisos se han visto amenazados.

Un portavoz de Downing Street ha aclarado que Rudd tiene el pleno apoyo de la ''premier''. "La ministra del Interior trabaja duro para resolver todas las preocupaciones que han surgido en relación a los Windrush y garantizar que se arreglan", ha subrayado.

El escándalo terminó eclipsando la cumbre de líderes de la Commonwealth que acogió la semana pasada Londres, después de que varios países criticasen que descendientes de quienes llegaron a Reino Unido entre 1948 y 1971 hayan sido considerados inmigrantes en situación irregular.

La cadena BBC y el periódico ''The Guardian'' han revelado que un informe del Ministerio del Interior de diciembre de 2015, cuando May ocupaba la cartera, establecía entre los objetivos la partida voluntaria de los inmigrantes, a pesar de que la propia Rudd negó el miércoles que se plantease su salida.

"Nunca he estado de acuerdo con que deba haber objetivos específicos de saluda y nunca apoyaría una política que antepone dichos objetivos a la gente", ha alegado la ministra este jueves en la Cámara de los Comunes, donde ha acusado a la oposición de utilizar la polémica con fines partidistas.

Una portavoz del Partido Laborista, Diane Abbott, ha reclamado abiertamente a Rudd que abandone el cargo. "¿No es momento de que la ministra del Interior tenga en cuenta su honor y dimita?", ha planteado.