Red Eléctrica de España (REE) ha invertido 274 millones de euros en tareas de renovación, mejora y mantenimiento de la red de transporte de Canarias entre los años 2011 y 2017, de los que 126 se han destinado al Proyecto de Mejora de Activos de Red (Proyecto MAR) y 148 a un plan de mantenimiento específico de las instalaciones del Archipiélago, explicó ayer el director de Mantenimiento de Infraestructuras de la compañía energética, Manuel López Cormenzana, durante una rueda de prensa celebrada en Santa Cruz de Tenerife.

Estas actuaciones han consistido en la adecuación de los activos de la red de transporte de Canarias, adquiridos en el año 2010, a los estándares de los de la Península. Así, la compañía ha renovado 340 posiciones, ha sustituido 457 apoyos, ha cambiado 132,74 km de conductores y ha repotenciado 108 interruptores. Además, ha instalado 42 nuevos interruptores polivalentes y ha realizado tareas de revisión y mantenimiento integral en la totalidad de los transformadores (16).

En una reunión previa, directivos de Red Eléctrica realizaron un balance de las actuaciones de renovación y mejora de los activos al consejero canario de Economía, Pedro Ortega. El Proyecto MAR, desarrollado en las islas de Tenerife, La Palma, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, nació para solucionar los principales problemas de las infraestructuras adquiridas por REE, afectadas por problemas de corrosión y oxidación en anclajes y cimentación de apoyos y en elementos de subestaciones, así como la adecuación de estas a los estándares de calidad de los activos de la red de transporte peninsular.

Como parte del Proyecto MAR y del plan específico de mantenimiento para el Archipiélago, se han adecuado el 100 % de las posiciones de Tenerife y se han sustituido 72,5 km de conductores de líneas eléctricas y 33 apoyos, además de haber aplicado pintura y tratamiento anticorrosivo en el 73 % de los apoyos de la Isla. Destaca la actuación realizada recientemente en la línea Granadilla-Candelaria, el primer cambio de apoyos en tensión en una línea de 220 kilovoltios (kV) de Canarias.