“Unidos todo es posible”. El mensaje que portaba en una pancarta una mujer durante la manifestación del Primero de Mayo en Santa Cruz de Tenerife resumía el espíritu de la convocatoria, que otros años se ha caracterizado por la división y que en esta ocasión se desarrolló de forma unitaria, aunque con espacio para las reivindicaciones sectoriales. La calidad del empleo y la situación de las pensiones marcaron las reivindicaciones del Día del Trabajo, que pueden preludiar, si se concretan los anuncios sindicales, una huelga general antes de que finalice 2018.
Unas 2.000 personas –alrededor de 5.000, según fuentes sindicales– participaron en la marcha celebrada en la capital tinerfeña, que arrancó con 20 minutos de retraso sobre la hora prevista –11:00– y cuya cabecera –en la que se encontraba el secretario general de UGT en Canarias, Gustavo Santana– exhibía una pancarta con el lema “Unidad sindical por los derechos laborales y pensiones dignas”. Fue Santana quien dejó caer la posibilidad de un paro general. “Estamos abocados” a ella si no cambian las políticas del Gobierno y se derogan las reformas laborales, advirtió el dirigente sindical.
Esta convocatoria nacional debería, a su juicio, contar con el apoyo de todos los sindicatos para que fructificase. Su homólogo en CCCO Canarias, Inocencio González –presente en la manifestación celebrada al mismo tiempo en Las Palmas de Gran Canaria–, dejó la puerta abierta a esta gran movilización. Si no hay respuesta y un mayor diálogo de las patronales -para el que pidió la mediación del Gobierno central– se entrará “en un escenario de movilizaciones durante este mismo año, sin descartar la huelga general”, dijo González, en declaraciones recogidas por Efe. Las posiciones de ambos se correspondieron con las expresadas por otros dirigentes de UGT y CCOO en el resto de España, como sus secretarios generales en Cataluña. En el caso del primero de los sindicatos, Camil Ros apostó claramente por un paro general y, en el de CCOO, Javier Pacheco planteó una situación más abierta en cuanto a las medidas de presión.
Las marchas unitarias de ayer en las capitales del Archipiélago fueron respaldadas, además de por UGT y CCOO, por Intersindical Canaria, USO, SOC, CSIF y Sindicalistas de Base. También concurrieron representantes de colectivos como la Plataforma en Defensa de las Pensiones Públicas, que en los próximos días celebrarán nuevas movilizaciones. Las demandas de los pensionistas se unieron a las de otros colectivos, como las camareras de piso, y realzaron las reivindicaciones de igualdad salarial entre hombres y mujeres.
Tras recorrer las calles Méndez Núñez y El Pilar –coreando lemas como “Rajoy, escucha, el pueblo está en la lucha”, “No a los recortes” o el clásico “Hace falta ya una huelga general”– la manifestación tinerfeña desembocó en la plaza de la Candelaria, donde se inició la fiesta sindical al son de “La Internacional”.