Un buque mercante turco abordó a primeras horas de esta mañana un cañonero de la Armada helena en aguas territoriales griegas cerca de la isla de Lesbos, en el mar Egeo, en lo que supone el segundo incidente de estas características en lo que va de año.

Según informó el Estado Mayor de la Armada en un comunicado, el choque que tuvo lugar en torno a las cuatro de la mañana (01.00 GMT) no causó heridos, daños materiales de consideración, ni daños medioambientales.

Tras el incidente, el barco turco "aumentó la velocidad y se alejó, dirigiéndose hasta la cercana costa de Turquía, sin responder a las llamadas de radio" del barco griego Armatolos, señaló el Estado Mayor.

Según la Armada, el barco turco Karmate violó "las normas internacionales para prevenir los abordajes en el mar", por lo que se ha decidido activar el proceso de sanciones penales recogidas en la Ley Marítima Internacional.

El buque griego participaba en una patrulla regular para el control de los flujos migratorios en el mar Egeo.

Las autoridades competentes de la OTAN y el comando de la propia embarcación han aconsejado que continúe su misión, pues los daños son insignificantes.

Este nuevo incidente se produce después de que en enero un barco de patrulla turco chocase contra una embarcación de la guardia costera griega cerca de los islotes de Imia (Kardak en turco), que forman parte de la disputa territorial entre Turquía y Grecia en la zona.

A ello se añade el creciente número de incursiones aéreas y persecuciones entre cazas de ambos países, así como la polémica en torno a la detención de dos militares griegos que habían entrado en territorio truco durante una patrulla fronteriza, y la negativa de Grecia de extraditar a ocho oficiales reclamados por Ankara como presuntos golpistas.

En medio del aumento de esta tensión el primer ministro griego, Alexis Tsipras, visitó ayer las islas de Lesbos y Lemnos, desde donde volvió a lanzar un mensaje al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en el que subrayó la determinación de Grecia de proteger su integridad territorial.

"Nuestro deber principal es la seguridad y la protección de nuestras fronteras y la integridad territorial....particularmente en un período de desestabilización con un vecino que a menudo recurre a actos de provocación sin darse cuenta de que no conducen a ninguna parte, solo a un punto muerto", dijo.

Grecia continuará siendo "una fuerza estabilizadora" en la región en general, recalcó.