La gobernadora del estado norteamericano de Iowa, Kim Reynolds, ha promulgado este viernes una ley que prohíbe el aborto después de detectar latidos cardíacos fetales, que a menudo se producen a las seis semanas del embarazo y antes de que una mujer se pueda dar cuenta de que está embarazada.

La medida, que la legislatura estatal controlada por los republicanos de Iowa aprobó este miércoles, es la prohibición más restrictiva del aborto en Estados Unidos.

"Entiendo y anticipo que esto probablemente será impugnado en los tribunales y que los tribunales incluso pueden suspender la ley hasta que llegue al Tribunal Supremo", ha afirmado Reynolds en la firma de la ley este viernes.

"Sin embargo, esto es más grande que solo una ley", ha señalado la senadora. "Esto es sobre la vida. No me voy a echar atrás de lo que soy o de lo que creo", ha aseverado.

Los cánticos de los manifestantes se han escuchado desde la sala en la que Reynolds ha firmado la ley, en una ceremonia que ha sido retransmitida en directo.

Los senadores estatales que han respaldado la medida aseguran a principios de esta semana que tenían como objetivo desafiar la histórica decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos que establece que las mujeres tienen un derecho constitucional a un aborto.

En una manifestación cerca del Capitolio este viernes antes de que Reynolds firmara la ley, los funcionarios de Planned Praenthood, el grupo de mujeres de salud y defensor de los derechos de aborto, han afirmado que presentarían una demanda para bloquear la ley.

"Estoy aquí para decirle a la gobernadora Reynolds que la veremos en los tribunales", ha indicado a los manifestantes Suzanna de Baca, presidenta de Planned Parenthood of the Heartland. "Rechazaremos esta ley con absolutamente todo lo que tenemos en nombre de nuestros pacientes, en nombre de nuestros derechos, porque Iowa no retrocederá", ha añadido.

El gobernador republicano de Mississippi promulgó en marzo una ley que prohíbe el aborto después de dos semanas de embarazo con algunas excepciones, provocando un desafío judicial inmediato por los defensores del derecho al aborto.

Un desafío judicial similar se está llevando a cabo en Kentucky, que en abril promulgó una prohibición de un procedimiento de aborto común a partir de la semana once de embarazo.

La ley de Iowa exige que cualquier mujer que quiera abortar se someta a una ecografía abdominal para detectar latidos cardíacos fetales. Si se detecta uno, los proveedores de atención médica no podrán realizar la interrupción.

Entre las pocas excepciones se encuentran si la mujer fue violada o una víctima de incesto y se lo ha informado a las autoridades. El proyecto de ley prohibiría la mayoría de los abortos en el estado y se aprobó en los últimos días de la sesión legislativa de Iowa.