El Cabildo de Tenerife dio el visto bueno al comienzo de las obras de la sede central del INtech Tenerife con el acto formal de la colocación de la primera piedra del edificio que va a coronar y gestionar la actividad del Parque Científico y Tecnológico de Cuevas Blancas, en el entorno de Santa María del Mar, una actuación que se prevé concluir, previsiblemente, en diciembre del próximo año.

Se trató de una convocatoria que en resumidas cuentas simbolizó la importancia de un proyecto que nació con la perspectiva de ser uno de los grandes polos económicos de Tenerife (junto al Parque Científico y Tecnológico de Las Mantecas, en La Laguna) y piedra angular de un plan que tiene como objetivo diversificar la economía insular aprovechando las sinergias de estructuras empresariales con base tecnológica y futuras posibilidades.

Para permitirlo, el INtech tiene asignado un presupuesto de 6,1 millones de euros, aunque finalmente fue adjudicado por 5,8 millones a la constructora Acciona que tendrá que tener el edificio tecnológico concluido en 18 meses. Será un año y medio de espera que significará que la instalación estará operativa, previsiblemente y si no hay sorpresas estructurales como las encontradas en un edificio del parque de Las Mantecas, en diciembre del año que viene.

Pero ayer ya era el presente y al acto de colocación de la primera piedra del INtech no quisieron faltar por su relevancia los presidentes del Gobierno de Canarias y Cabildo de Tenerife, Fernando Clavijo y Carlos Alonso, respectivamente; el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez; el subdelegado del Gobierno en la provincia, Guillermo Díaz Guerra; y el consejero de Innovación insular, Antonio García-Marichal, entre otros.

El anfitrión del acto, Carlos Alonso, destacó que "se trata de un día muy importante con la colocación de la primera piedra del INtech", una infraestructura que capitalizará todos los trabajos previos que ha realizado la corporación en materia de "capacitación y formación" de trabajadores para que se puedan vincular a los sectores tecnológicos que se van a desarrollar.

En este caso, el edificio será un espacio multifuncional que servirá para que en Tenerife "arranquen sectores que en la actualidad no tienen mucha presencia".

Recordó las dificultades que se han generado para concretar los proyectos y agradeció la colaboración del Gobierno de Canarias, Ayuntamiento de Santa Cruz y el Estado para desarrollar las políticas "que nos permitirá la diversificación económica en la Isla", uno de los objetivos perseguidos durante los últimos años, dijo.

El titular del Gobierno canario, Fernando Clavijo, también hizo mención a "la colaboración entre administraciones" y los objetivos generales del proyecto del INtech como sitio alojativo de empresas y gestión del parque, resaltando que "el trabajo final se centra en facilitar la radicación de empresas directamente vinculadas al talento y al conocimiento" para no estar siempre dependiendo del sector turístico.

Bermúdez fue contundente a la hora de señalar que con el parque de Cuevas Blancas, "Santa Cruz se convierte en la capital tecnológica de Canarias", algo que ha propiciado el trabajo conjunto de las iniciativas privadas y públicas.

Resaltó, además, que el Parque Científico y Tecnológico se convierte en un nicho de empleo importante para el distrito Suroeste, "una gran oportunidad para los vecinos", y recordó el inicio del proyecto de vivero de empresas en las instalaciones de La Dársena.

El consejero insular de Innovación, Antonio García-Marichal, con uno de sus técnicos de confianza, Orlando Pérez, desgranó las particularidades del edificio, teniendo un recuerdo con su antecesor en el cargo, Juan Antonio Núñez, por el trabajo realizado durante años para que Cuevas Blancas sea una realidad.

Por último, el subdelegado del Gobierno, Guillermo Díaz Guerra, puso en valor el compromiso del Estado y señaló que ya en 2009 apostó decididamente con el sector tecnológico con la disposición de 250 millones para Canarias, "algo que no se ha concretado hasta 9 años después".

Esta idea fue entendida por Alonso y Clavijo como una crítica solapada, por lo que en sus discursos hablaron de las complicaciones para materializar el proyecto "por los años de crisis" económica que ha asolado al Estado durante estos últimos años.