El Claustro de la Universidad de La Laguna (ULL) se comprometió ayer a crear una comisión que asesore a la Unidad de Igualdad de Género del centro para revisar y mejorar el protocolo para casos de acoso sexual y sexista. Todos los grupos coincidieron en que esta herramienta, aprobada por el Consejo de Gobierno de la institución y gracias a la cual se han denunciado diez casos en tres años y medio, debe modificarse para garantizar su efectividad.

El órgano de participación de la comunidad universitaria, en el que están presentes alumnos, personal de administración y servicios y personal docente e investigador, consensuó ayer una declaración institucional en la que admite que lo que se ha hecho hasta la fecha "no es suficiente" y que "la institución debe asumir la necesidad de mejorar sustancialmente la formación y la información, tanto del protocolo como de los medios y mecanismos que evalúen y eliminen las situaciones de acoso en toda la comunidad universitaria a través de acciones formativas continuas". El acuerdo fue tomado en una sesión monográfica sobre acoso que se celebró ayer a petición de los claustrales.

El Claustro también aprobó de manera unánime siete resoluciones en las que demanda, entre otras acciones, que el rector dote a la Unidad de Igualdad de Género y al Servicios de Prevención de Riesgos Laborales de la financiación que sea precisa y de más personal, y que se diseñe un plan permanente de difusión y formación dirigido a todos los sectores de la comunidad universitaria, "incluyendo formación obligatoria a las gestoras y gestores de las unidades organizativas".

El rector de la ULL, Antonio Martinón, manifestó su apoyo a todas las resoluciones. Estos acuerdos no son vinculantes, pero en escasas ocasiones no son avalados por toda la comunidad universitaria.

Martinón explicó que a pesar de los avances en igualdad, todavía "hay que avanzar, dentro y fuera de la Universidad".

"Hemos de conseguir que las mujeres de la ULL se sientan seguras para pasear por sus campus y para ofrecer testimonios. Es responsabilidad de este gobierno y de toda la comunidad universitaria", señaló.

La directora del Instituto de Estudios de la Mujer de la ULL, Inmaculada Perdomo, recordó que la puesta en marcha del protocolo actual "no fue fácil", pero convirtió a la ULL en un "referente" -"la Complutense lo usó de guía para elaborar el suyo"- y hay que seguir avanzando. Consideró que la vía judicial es necesaria para abordar esos casos, pero no la única vía: "Tenemos que arbitrar mecanismos ágiles para estos casos. Todos queremos una universidad libre de acoso".

A pesar del desenlace -la mayoría de los grupos mostró su satisfacción por el resultado del Claustro-, varios grupos -especialmente AMEC- criticaron la gestión inicial de los casos de acoso por parte del rector. Martinón fue acusado de poner la "honorabilidad" de la institución por delante de las víctimas y se criticó al gobierno de la institución por no financiar adecuadamente el área de igualdad, lo que "puede convertir el protocolo una declaración de intenciones, es decir, en un brindis al sol".

El Claustro de la ULL habilitará una comisión para reformar el protocolo actual, pero ayer adelantó algunos de los cambios que ya estima convenientes acometer y los presentó en forma de resoluciones. El primero de ellos es que la Universidad debe incluir en el protocolo "la obligación del centro de personarse como acusación particular cuando el asunto se judicialice".

El segundo punto que, a juicio de la comunidad universitaria, hay que incluir como medida cautelar es "el no contacto entre la persona presuntamente agresora y la víctima ante un presunto caso de acoso sexual o por razón de sexo".

El resto de modificaciones para asegurar la agilidad del protocolo serán debatidas en la comisión que se creará para ello.

El rector del centro de Aguere, Antonio Martinón, aprovechó su intervención en el Claustro para asegurar que la institución lleva a cabo acciones de asesoramiento o acompañamiento a las víctimas que "no se ven, pero están ahí".

En este sentido, Martinón informó de que el lunes varias alumnas de la Universidad víctimas de acoso durante una estancia académica en Valencia viajaron ayer hasta allí para acudir al juicio y los gastos fueron sufragados por la institución. "Es solo un ejemplo, pero quiero decir que se hacen muchas cosas que no se difunden", explicó.

En la misma línea, la responsable del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad, Inmaculada Perdomo, sostuvo que el personal de la ULL sensibilizado con el problema del acoso pone en marcha medidas cautelares "sobre la marcha".

Según la declaración institucional aprobada ayer, "la investigación y persecución de estas conductas se hará desde el absoluto respeto por los derechos de las personas y atendiendo a la protección de las víctimas".