La situación de la obesidad en España es "altamente preocupante". En nuestro país el 25% de la población adulta es obesa, y en los niños, esta condición afecta a entre un 11 y un 16% de ellos. Canarias, concretamente, resulta una de las comunidades autónomas más afectadas llegando a registrar un 18% de obesidad infantil y un 22% de obesidad en adultos.

"Y no estamos hablando de un poco de sobrepeso", como asegura Felipe Casanova Freijo, presidente de la Fundación de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), porque la obesidad real conlleva a un riesgo sanitario por el que ya es considerada como la "epidemia del siglo XXI" por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS). En todo caso, si nos remitimos a cifras de sobrepeso, el porcentaje de menores con esta patología en el Archipiélago crece hasta el 45% y el de adultos, alcanza cifras del 60%.

La cosa, además, no mejora. Pues, a pesar de las diversas campañas de prevención lanzadas en los últimos años, la cifra no se está estabilizando ni frenando. Por esta razón, varios expertos en la materia se reunieron el pasado miércoles en una mesa redonda organizada por Hospital Parque con la colaboración de la Asociación Canaria para la Prevención del Riesgo Cardiovascular (Ascarica) y la multinacional farmacéutica Novo Nordisk.

La obesidad, al fin y al cabo "no es un problema estético", sino un verdadero riesgo que implica a más de 200 enfermedades como artrosis, mortalidad y morbilidad cerebrovascular así como diversas enfermedades cardiacas. Asimismo, y como remarca Casanova, "es la causa número uno de desarrollo de diabetes tipo 2, es causa del deterioro cognitivo y una importante razón del acaecimiento del alzheimer". En esta línea, Casanova recuerda que "las últimas investigaciones revelan que la obesidad por sí misma ayuda al desarrollo de hasta 11 cánceres entre los que se encuentran el de mama, el de endometrio y el de próstata".

El problema está en que es una "enfermedad silenciosa", que genera poca alarma social. Sin embargo, los médicos y expertos lo tienen claro, la pelota está en el tejado de las Administraciones, quienes deben imponer medidas "fuertes" para combatirlo. En esta línea, el médico de familia Nicolás Maffiote, considera que se también se deberían incorporar nutricionistas y psicólogos a la plantilla de los centros de salud, así como se tendría que formar a médicos y enfermeras en la prevención de esta patología.

Vivimos en una sociedad donde los días pasan muy rápido, donde el estrés impera por doquier y en la que cada vez hay menos costumbre de cocinar los productos.

A menudo, las familias acaban optando por comprar alimentos procesados, con escaso valor nutricional o ya precocinados. Esto recuerda, como afirma Felipe Casanova, presidente de Seedo, a una dieta anglosajona más rica en sales y azúcares.

"Sabemos que es difícil realizar una dieta elaborada, pero estamos perdiendo la tradición", alerta Casanova, que remarca que por comer "una hamburguesa de vez en cuando no pasa nada, pero la alimentación no puede basarse comida frita".

Se trata de una costumbre social que hay que cambiar. "Si vas a las cinco de la tarde a un parque, probablemente veas que la mayoría de padres y madres le dan a sus hijos alimentos procesados", recalca el médico de familia Nicolás Maffiotte.

Maffiotte, además, critica al Gobierno de Canarias por "subvencionar alimentos insanos" y le emplaza a hacerlo con la fruta de temporada, ya que sería "más barato". Mientras Casanova incide en que "no hay fármacos subvencionados por el Estado para combatir la obesidad".

El presidente de Seedo considera que "existe una mentalidad, vieja por la que se cree que si alguien es obeso es por falta de voluntad". Aunque admite que, en todas las enfermedades el paciente tiene parte de culpa, concretamente en la obesidad, el paciente no es capaz de salir de ello sin ayuda. En todo caso, como alega Casanova, no toda la epidemia es culpa del "exceso de alimentación y el bajo ejercicio". De hecho, se han encontrado diferencias entre los países del norte y del sur, ya que los primeros cuentan con menor porcentaje de población obesa.