Vecinos y viandantes habían expresado durante las últimas semanas cierta preocupación por la obra de la plaza 25 de Julio, popularmente conocida como plaza de los Patos. Existía la sensación de que estaba parada, de que no avanzaba con el ritmo debido. Sin embargo, la realidad es otra.

Así lo comprobó este periódico en una visita que realizó esta semana a los trabajos que ejecuta la empresa Ecocivil, y en la que estuvieron presentes, además del concejal de Infraestructuras, José Alberto Díaz-Estebanez, técnicos de esta área y el gerente de la contrata.

"No existe retraso. De hecho, ha habido algunas fases de adelanto. La obra civil ha sido fácil", asegura el edil de la capital.

Culminada ya las instalaciones de riego y eléctrica -se usará iluminación led-, reparados los báculos de las farolas -serán nuevas las luminarias, de estilo fernandino-, y colocados los azulejos del contorno de la fuente y la losa de cemento de todo el perímetro, los trabajos se centran ahora en "armar el puzle" de piezas que conforman la base del vaso central de la fuente y los característicos bancos de la plaza.

En relación con el primer caso, ya están en la Isla, desde hace algunos días, las más de 1.300 piezas que forman el fondo de la fuente. "Es un puzle que se repite en cuatro partes", precisa María Candelaria Fernández, arquitecta técnica del ayuntamiento. Las piezas han sido elaboradas, de manera artesanal, por la empresa sevillana Cefoarte, que ya tiene colgado en su web este trabajo.

Para hacer la réplica exacta de los azulejos, según explican los técnicos municipales, se hizo un levantamiento del fondo con papel vegetal. El siguiente paso lo fueron dando las manos expertas de los artesanos de Sevilla.

Además de estas piezas están en la Isla ya, según confirma el concejal de Infraestructuras, las baldosas rojas de mármol que conforman el "damero" del paseo circular. Faltan por llegar las blancas. En total, explica María Candelaria Fernández, serán unos 630 metros cuadrados de mármol de dos colores. A ellas se suman las baldosas curvas, también blancas, que perimetran la fuente, que serán sustituidas por unas nuevas.

También están pendientes de llegada a la capital las piezas necesarias para restaurar los 20 bancos con anuncios pintados en cerámica de la plaza, otra obra realizada a mano. Cabe detallar que se hacen piezas exclusivas para cada asiento.

¿Y las ranas? En ese caso, no habrá que viajar a Sevilla para replicar otro de los elementos característicos de este espacio. Será un artesano de Icod de los Vinos el encargado de replicar las ocho ranas que rodean la oca central de la fuente. Esta última también será restaurada.

Concluidos los trabajos interiores, solo faltaría ejecutar el asfaltado perimetral del entorno. Al igual que con el resto de las obras, se intentará molestar "lo menos posible" al tráfico rodado.

De la celeridad con la que han avanzado los trabajos dan cuenta las fechas que se manejan para la finalización de la obra. La prevista, el 30 de julio, podría adelantarse unos días, siempre que no se produzcan incidencias inesperadas.

La idea del consistorio es que la remodelación de la plaza y su fuente, que comenzó en octubre del año pasado y en la que se invertirán algo más de 478.000 euros, pueda estar acabada el 25 de julio, haciendo así un guiño al nombre original del espacio: plaza del 25 de Julio.

Una plaza con historia

La plaza de Los Patos surgió de la modificación del plan de ensanche de 1888, que requería resolver el nudo viario que se preveía en el futuro Barrio de los Hoteles. Se configuró un espacio que no fue concebido inicialmente como plaza. La primera piedra se colocó en 1906, con ocasión de la visita del Rey Alfonso XIII a Canarias, si bien la obra no fue terminada hasta 1917. Consistía en una serie de parterres con arbolado y plantas en torno al perímetro de la plaza y una fuente central que nunca tuvo ningún pato. Su denominación popular le vino de las aves que se colocaron en el estanque, si bien debe su nombre originario a la famosa gesta del 25 de julio de 1797, con la derrota del almirante Horacio Nelson en Santa Cruz. La estructura actual, semejante a la plaza de las Ranas de Sevilla, fue decidida en la primera mitad del siglo pasado, y se costeó con cargo a suscripciones entre los vecinos. Los bancos fueron donados por distintas casas comerciales, cuya firma figura en el respaldo. Fue objeto de una primera remodelación, proyectada en 1964 y culminada en diciembre de 1969, a la que siguieron dos rehabilitaciones más, entre 1986 y 1990.