La catalana Marta Vergés empezó hace 20 años a cambiar su forma de ver los alimentos y la nutrición. Fue durante su adolescencia, tras sufrir un trastorno alimentario, cuando se percató de que la comida podría ser mucho más que "simples calorías".

Así empezó su periplo en busca de la amistad de los alimentos, que años después parece haber conseguido con creces, llegando a superarlo por completo. Vergés es técnico especialista en nutrición y chef de cocina saludable, además es "coach" y ha estudiado psicología de programación neurolingüística, y, a través de su blog, traslada su estilo de vida a miles de personas.

Su apuesta es la de la alimentación limpia, la que realiza una "limpieza de filtros", no obstante, es consciente de que no hay "ninguna línea nutricional que sea la panacea". Así lo dejó claro el pasado jueves en la charla "Somos más de lo que comemos", incluida en el ciclo de conferencias "dialoga", que CaixaBank organiza en sus oficinas Stores, cuando mostró a los asistentes cómo sacar el máximo potencial de ellos mismos a través de la alimentación.

La experta recomienda por encima de todas las cosas "ser más consciente a la hora de comer", porque de esta forma se pueden tomar decisiones más fundamentadas. Vergés, no obstante, apuesta por "poder acceder a alimentación de verdad", pues nos encontramos en un mundo en el que está establecido el "comer mucho" con unos alimentos de poca calidad y en el que el 80% de las enfermedades tienen origen en la alimentación. "Debemos volver a lo natural, a lo ecológico, a aquello que no necesita envase", insiste Vergés, que afirma que la mejor dieta es la que hacían nuestros abuelos y bisabuelos.

Por otro lado, concreta que un cambio de alimentación no se debe tomar de "cero a cien", sino que hay que hacerlo "despacito" y con "mucho respeto" hacia las personas que te rodean. Lo más importante para hacer un cambio radical en la dieta es tenerlo realmente claro, pues muchas veces pecamos de intentar convencer a los demás de nuestra decisión para estar nosotros mismos más seguros de ella. "Una modificación de la alimentación puede afectar a otras muchas áreas de tu vida y no te lo imaginas", recalca Vergés.

A pesar del valor que la nutricionista concede a la alimentación, considera que "no es el único pilar". De hecho, para que una persona esté saludable, Vergés enumera hasta cuatro bases fundamentales. La alimentación, el deporte, la gestión emocional y el descanso. "Cuando una de estas patas no funciona, tira de otra", de tal manera que, si por ejemplo no descansas bien, no gestionarás bien el estrés, lo que acaba derivando en que "tus elecciones de alimentación no sean las más saludables".

Por eso, la experta recomienda la "flexibilidad" para evitar las situaciones de estrés. Y es que el problema de querer hacer un cambio radical en la dieta, es que puede acarrear malestar cuando uno no encuentra el producto que quiere o incluso para salir a comer en cualquier acto social. Marta Vergés afirma que "puedes tener un hábito la mayor parte de tu vida, pero luego puedes tener tus licencias". En un momento de necesidad, la nutricionista recomienda "adaptarse", ya sea comiendo menos cantidad, masticando bien, bebiendo más agua o acompañando todo de una buena ensalada. "Cuando vuelvas a tu día a día, ya te reequilibrarás".

Adiós a los "tuppers"

La nutricionista ha declarado la guerra a los "tuppers", y apuesta por cambiarlos por tarros de cristal. En su libro, "Cómete el tarro" reclama el uso de unos en lugar de los otros, para evitar un mundo "cada vez más plastificado". Vergés también alerta de lo nocivo que puede ser una exposición continua del plástico en la comida. "Con el tiempo y el calor, va soltando componentes tóxicos", por lo que insiste en evitarlos.

Empieza por lo estético

Como afirma Marta Vergés, muchas personas empiezan a cambiar su dieta a partir de la idea de querer modificar su imagen. No obstante, la experta asegura que, a medida que haces cambios en la alimentación, llegas a capas más profundas. En su caso, tras la razón puramente estética empezó a hacerlo por un tema de salud y, en estos momentos, ya lo practica por poseer una conciencia socioeconómica acerca de cómo su decisión de compra influye sobre los recursos del planeta.