El ex cosmonauta ruso Serguéi Krikaliov, que se encuentra en Montevideo para participar en un simposio de la industria espacial, explicó hoy que la protección de la radiación galáctica es el mayor desafío que impide que el hombre viaje a Marte.

"Más tarde o más temprano podremos ir a Marte, pero probablemente no en un periodo corto de tiempo porque aún tenemos muchos desafíos y el más grande es la protección de radiación", declaró el exastronauta, de 59 años, que pasó poco más de 800 días en el espacio si se suma la duración de sus seis viajes.

Detalló que las agencias espaciales son capaces de ir a Marte pero que estas largas misiones pueden ser dañinas para la salud humana.

"Necesitamos o una protección de radiación más fuerte o volar mucho más rápido para no exponer a los humanos a la radiación galáctica", comentó el ahora director ejecutivo de Pilotado de Vuelos Espaciales para la Agencia Espacial Federal Rusa (Roscosmos).

Krikaliov también señaló que en general existe una concepción equivocada por parte del público sobre la actividad actual de la industria espacial, pues los ciudadanos creen que las agencias se están volviendo "lentas" en comparación con los avances que se realizaron en las décadas de 1960 y 1970.

"Es parcialmente verdadero, pero también hay que tener en cuenta que los proyectos se volvieron más y más complejos y que la industria está afrontando más y más problemas porque hay que desarrollar sistemas más inteligentes", dijo el ex astronauta ruso, quien defendió que los proyectos de hoy en día no duran tres o cuatro años, como antes, sino 20.

El ingeniero mecánico, que de niño soñaba con ser astronauta cuando leía libros de ciencia ficción, se desplazó a la ciudad más austral de América para compartir su visión y experiencia con jóvenes profesionales de la industria del espacio durante la Conferencia Global sobre Aplicaciones Espaciales (GLAC) que se celebra desde hoy hasta el 23 de mayo.

En este sentido, el excosmonauta resaltó que es capaz de dar consejos actuales, ya que fue astronauta hasta hace muy poco y que todavía trabaja en "este área como responsable del entrenamiento en vuelos de humanos al espacio".

Krikaliov resaltó que tener una buena conciencia es algo clave cuando uno se encuentra en el espacio, pues la estación suele ser pequeña.

"Ahora podemos depender más del apoyo de la comunicación desde la Tierra, pero antes teníamos que poder solucionar algunos problemas inmediatamente y a veces incluso sin ayuda de la Tierra", añadió.

Además, explicó que la experiencia le enseñó que "si algo sale mal lo primero que se pierde es la comunicación con la Tierra", por lo que uno necesita ser autosuficiente para poder "afrontar cualquier problema".

Krikaliov es conocido, aparte de por ser uno de los hombres que pasó más tiempo en el espacio, por ser "el último ciudadano" de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) ya que cuando esta se disolvió, en 1991, él se encontraba en una misión espacial.

"Mi tripulación fue lanzada en mayo de 1991 y durante nuestro vuelo hubo una turbulencia en la superficie -dijo haciendo referencia al fin del Estado federal-. Mis compañeros volvieron y los siguientes vinieron y cuando volví la bandera en mi traje espacial era una bandera soviética", relató.

Ante este hecho, la prensa señaló que la suya era "la última" expuesta, pues las demás ya habían sido reemplazadas por banderas rusas.