Las dos víctimas de un apuñalamiento que tuvo lugar en Los Cristianos en la noche del 24 de julio de 2016 se retractaron ayer durante la celebración del juicio de su declaración inicial y dijeron que no reconocían a Craig D. y a Luke E.H. como autores de la agresión. De hecho la acusación particular de un denunciante renunció a continuar con este papel al principio de la vista. Ambos justificaron las acusaciones que llevaron a los dos procesados a la cárcel por las presiones de los policías.

La Fiscalía, sin embargo, mantiene su petición de 12 años y medio de prisión para cada uno de los procesados y que asuman de forma solidaria una responsabilidad civil de 31.000 euros por los gastos de hospitalización, daños y secuelas sufridas.

El fiscal calificó de "esperpéntico" y "peculiar" el juicio y mantiene que los hechos ocurrieron tal y como se relata en su escrito y que los autores son los dos encarcelados. Con el fin de eludir responsabilidades, la mayoría de los testigos y los acusados dijeron que en realidad hubo una pelea mutitudinaria en la que llegaron a participar hasta una treintena de personas. Pero el Ministerio Público sospecha que se trata de declaraciones "controladas" y que ni siquiera consta que esas personas que comparecieron en la vista estuvieran en el lugar. Añadió que en un principio las víctimas identificaron claramente a los hoy acusados como responsables de los apuñalamientos y de los golpes causados con un puño americano y atribuye su miedo a mantener sus palabras a posibles presiones y amenazas. "Tal vez lo que estamos diciendo no se pueda probar, pero está claro que el aroma de que algo así ocurre ha estado en el ambiente durante todo este juicio", señaló. El fiscal añadió que los dos encarcelados son consideradas personas peligrosas en el Sur de Tenerife. La Fiscalía da por válidas las manifestaciones iniciales y "espontáneas" de las víctimas, "que luego poco a poco se han ido deformando hasta lo que hemos visto hoy". Craig D. se quejó de cómo lo había tratado la Policía y aseguró que, cuando vio la pelea multitudinaria, decidió abandonar el lugar. En ese momento un hombre saltó a su descapotable y de ahí las manchas de sangre encontradas. Posteriormente se marchó a Inglaterra porque, según dice, quería ver a su madre, aunque cuando supo que la Policía lo buscaba se entregó. Una víctima que pidió declarar tras una mampara relató que aquella noche pasaba por allí y alguien lo apuñaló. Las contradicciones en las que incurrió las justifica por el tiempo transcurrido. Conoce a Luke porque trabajó para él durante un tiempo. El juez le obligó a declarar sin la mampara, al no estar justificada la medida. Niega que los acusados sean los autores porque la agresión ocurrió por la espalda y no pudo verlos. Cuando el juez le preguntó si había sufrido algún tipo de amenaza para cambiar su declaración inicial, dijo que solo los policías le habían presionado para que acusara a los hoy encarcelados. La otra víctima indicó que aquella noche cenó en un restaurante y, cuando pasaba por el lugar, alguien lo apuñaló. Añadió que acusó a los procesados porque los agentes se lo ordenaron. Los dos rechazaron la indemnización. Los abogados de la defensa pidieron la libre absolución pues en el juicio no se demostró la culpabilidad de los procesados. Creen que las acusaciones iniciales de las víctimas fueron recogidas cuando estaban medicados y sin intérpretes y niega que sus defendidos huyeran de la Justicia sino que, muy al contrario, colaboraron desde un principio para esclarecer los hechos.