El portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de La Orotava, Manuel González, subraya que el PSOE ve con preocupación las recientes declaraciones del alcalde villero, Francisco Linares (CC), en las que "renuncia a tratar con urgencia una de las infraestructuras más importantes para el futuro de La Orotava: la vía de circunvalación o vía de ronda, encargada de conectar la autopista del Norte (TF-5) con la carretera de acceso a la zona alta (TF-21). Todo ello después de haber sido aprobada en el pleno municipal una iniciativa del PSOE para su impulso y desarrollo".

"Esta importante vía, que ya venía recogida en el PGO de 2003, se ha visto eternamente postergada por la desidia , la falta de interés y la incapacidad del grupo de gobierno de CC para entender la enorme y positiva repercusión que tendría su puesta en marcha para el futuro del municipio", lamenta González, quien añade que "sin la vía de circunvalación, no se pueden atender los enormes problemas que presenta el tráfico en La Orotava o la falta de aparcamientos tan necesarios para el impulso a las pequeñas empresas y comercios, así como la progresiva peatonalización del casco, o la mejor conexión entre los barrios".

Desde el PSOE se entiende que "casi diez años después de su aprobación, el Plan Especial de Protección del Casco Histórico no ha podido desarrollarse entre otras razones porque no ha habido alternativas de movilidad que ayudaran a desviar el enorme flujo de vehículos del centro del casco, lo que ha imposibilitado una mejora en el cuidado y mantenimiento del rico patrimonio arquitectónico, la implantación de nuevos negocios y servicios, la ampliación de la oferta hotelera o mejoras en la seguridad para peatones y calidad de vida en general"

Desde el PSOE "tampoco se entiende que se haga una apuesta tan decidida para la declaración de La Orotava como Patrimonio Mundial con categoría de Paisaje Cultural y Bien Mixto ante la UNESCO, y no se dé prioridad a una infraestructura que, dada su importancia y repercusión, debería contar con la implicación no solo del Cabildo de Tenerife y Gobierno de Canarias, sino del Estado".