El Cabildo de Tenerife trabaja en un proyecto para crear dos puntos de observación del paisaje a lo largo de la TF-145, carretera que conecta con Las Carboneras en La Laguna y que se encuentra dentro del espacio natural protegido del Parque Rural de Anaga. El objetivo es facilitar el disfrute visual de esta zona formada por una cordillera abrupta de cumbres recortadas entre las que se hunden valles y barrancos profundos.

La directora insular de Carreteras, Ofelia Manjón, se reunió recientemente con representantes de la Asociación de Vecinos Las Carboneras para detallarles en qué consistirá esta actuación en la que el Cabildo invertirá 53.400 euros.

Manjón explicó que esta rehabilitación paisajística "permitirá dar a conocer el potencial del lugar, los elementos geológicos y geomorfológicos relevantes que componen la cuenca visual como son El Roque de Taborno, el barranco o los núcleos poblacionales de Taborno y las Carboneras". Además, estos puntos prestarán la función de lugar de descanso o parada en la carretera.

El Marco Estratégico de Desarrollo Insular (MEDI), puesto en marcha por el Cabildo para impulsar el desarrollo económico y social de la isla, incluye inversiones para este tipo de acciones. Para este año, destina más de cuatro millones de euros.Otras actuaciones

Ya se han ejecutado los miradores de la TF-28 en el punto kilométrico 12 en Barrancho Hondo (Candelaria) y en el 48,9, próximo al Caserío de Icor (Arico); en la TF-51, en el punto kilométrico 2 (Arona) y en la TF-21, en el 1, al lado del Mirador de Humboldt en Cuesta la Villa (La Orotava).

Junto a los puntos de observación que se acometerán en Las Carboneras, también se llevarán a cabo actuaciones en la carretera de Masca, en las Casas de Araza y en la TF-523, de Arafo a la cumbre.

En su diseño, el Cabildo tiene en cuenta la accesibilidad y seguridad para los peatones y trabaja para lograr una propuesta armoniosa con la zona, potenciando el paisaje y la vegetación. También se busca una adecuación del aparcamiento confortable y seguro. Los impactos ambientales deben ser mínimos, de acuerdo con el territorio y adaptando el diseño a la orografía.