Unos 300.000 alumnos se examinan desde ayer de las pruebas de Selectividad, la ahora denominada EvAU (Evaluación de Acceso a la Universidad) o EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad), que se celebrará durante la primera quincena de junio en todas las comunidades españolas.

En concreto, los primeros estudiantes en examinarse han sido los alumnos de Castilla-La Mancha, que empezaron ayer y estarán examinándose hasta el miércoles, mientras que los de Aragón, Asturias, Baleares, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Extremadura lo harán el 5, 6 y 7 de junio.

En Canarias y La Rioja los estudiantes se examinarán de las pruebas de Selectividad los próximos 6, 7 y 8 de junio, mientras que los alumnos de las regiones de Cantabria y Murcia deberán hacerlo los días 8, 11 y 12 de junio. La semana siguiente será el turno de los estudiantes de Andalucía, Cataluña y Galicia (12, 13 y 14 de junio).

En 2017 se matricularon en las Pruebas de Acceso a la Universidad un total de 280.852 alumnos, de los que el 55,8% fueron mujeres. Así, del total de alumnos inscritos, finalmente, se presentaron un total de 264.980 a las pruebas y 230.530 estudiantes las superaron.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte publicó en pasado mes de enero en el Boletín Oficial del Estado la orden por la que regula las características que tendrá la evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad, una prueba con un diseño similar a la realizada el año pasado y a la antigua Selectividad.

Así, la prueba sólo será obligatoria para los alumnos que quieran estudiar un Grado universitario, que se examinarán exclusivamente de las asignaturas de 2º curso de Bachillerato cumpliendo una serie de objetivos de aprendizaje establecidos, y cuyas calificaciones se calcularán ponderando un 40% la nota de la prueba, que se supera con un 4 sobre 10, y un 60% la de la etapa. El resultado habrá de ser igual o superior a 5 para poder acceder a la Universidad.

Se introducen otras novedades, como que los estudiantes podrán subir nota examinándose de una segunda lengua extranjera además de la que les sea obligatoria, una prueba voluntaria que la universidad podrá tener en cuenta en sus procesos de admisión.

De hecho, los centros universitarios podrán fijarse para seleccionar al alumno en la nota que ha obtenido en alguna materia en particular, más allá de la media obtenida, en función del itinerario que haya escogido.

También se podrá mejorar la nota examinándose de al menos, dos materias optativas de segundo curso o presentándose a sucesivas convocatorias de la prueba, en cuyo caso, la nota que se tendrá en cuenta será la más alta que se obtenga. La superación de la prueba general tendrá valor indefinido y las calificaciones de los exámenes que se hayan realizado para subir nota se guardarán dos cursos académicos a partir de su superación, tanto si se realizan al finalizar el curso vigente como si se hicieron en el anterior, según la orden del Ministerio.

Se mantiene el diseño de las pruebas en relación con el año pasado, con un examen por materia de un mínimo de dos y un máximo de 15 preguntas, una duración de 90 minutos, y una puntuación repartida al 50% entre las preguntas tipo test y las de respuesta abierta.

Al igual que en la convocatoria del curso pasado, la orden ministerial recoge la "matriz de especificaciones" de cada materia a examen, es decir, los estándares de aprendizaje evaluables y que pesarán un 70% en la calificación de cada prueba. No obstante, dentro de cada asignatura hay temas que tienen más peso y temas que valen menos a la hora de sumar en ese 70%.

Ante el inminente comienzo de los exámenes, la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE) ha reclamado una bajada de las "altas tasas" que conlleva la realización de la prueba de acceso a la universidad, y destacó la diferencia territorial que existe.

8 de cada 10 alumnos de Bachillerato no tienen claro qué estudiarán cuando lleguen a la Universidad

El 78% de los jóvenes que estudian el último curso de Bachillerato no tiene claro qué grado estudiará en la universidad, según revele un estudio de Círculo Formación realizado a 17.872 estudiantes de bachillerato de toda España. Según este estudio, solo el 22% de los estudiantes consultados sabe con claridad qué grado estudiará, pero el resto duda entre varias opciones. En concreto, un 38% baraja tres posibles carreras, un 34% duda entre dos, y un 6% no tiene ni idea de qué estudios seguirá tras el bachillerato. A la hora de elegir, más de la mitad de los encuestados, el 52%, decidirá por vocación, mientras un 35% tendrá en cuenta las salidas profesionales de su futuro grado, según esta encuesta realizada a los asistentes de la última edición del salón de orientación universitaria Unitour, celebrada entre los meses de octubre de 2017 a febrero de 2018 en 24 ciudades españolas. Entre las preferencias de los estudiantes destaca la rama de estudios de Ciencias Sociales, Jurídicas y Educación, elegida por el 33% de los encuestados, seguida por Ciencias de la Salud (27%), los estudios técnicos en Ingenierías o Arquitectura (18%) y Arte y Humanidades (14%). En cuanto a preferencias geográficas, uno de cada dos jóvenes, el 50%, quiere cursar sus estudios universitarios en su propia provincia o comunidad autónoma.