La Organización de Estados Americanos (OEA) ha aprobado este martes una resolución para iniciar el proceso de activación de la Carta Democrática contra Venezuela, lo que supondría suspender al país como miembro del bloque hemisférico para aumentar la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.

La resolución ha sido aprobada con 19 votos a favor y 4 en contra. Otros once países se han abstenido en el marco de la cuarta sesión plenaria de la 48º Asamblea General de la OEA, celebrada en Washington, según ha indicado la organización en su cuenta de Twitter.

El texto aprobado ha contado con el apoyo de países como Estados Unidos, Canadá, Chile, Colombia, México y Perú, que han denunciado que las elecciones celebradas el 20 de mayo en Venezuela carecieron de la transparencia necesaria.

El ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, ha rechazado "completamente la decisión tomada por los 19 países" y ha garantizado que "se enfrentará junto al pueblo venezolano a los desafíos y problemas, así como a la injerencia" de los países en cuestión.

Además, ha tachado la reunión de "un fraude" impulsado por Estados Unidos. "Esta aprobación le da pie Estados Unidos para seguir agrediendo a Venezuela", ha expreado.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha indicado que "no se trata de injerencia alguna" sino de cumplir con lo recogido en la Carta Democrática Interamericana. "Se pacta libremente pero se obliga al pacto", ha manifestado al término de la sesión.

El representante de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, ha afirmado que las sanciones impuestas por Washington contra el país son principalmente contra individuos y que las exportaciones petroleras no se han visto afectadas.

Trujillo ha insistido en que "no se puede culpar a Estados Unidos" de la crisis humanitaria que atraviesa el país y ha reiterado que "sólo existe una persona responsable de la industria petrolera, y esa es Nicolás Maduro". "Ha hecho colapsar la industria, lo que ha llevado al país a la crisis", ha añadido.

Caracas, que ha alertado de que Washington mantiene una "guerra económica" contra su Gobierno para sacarlo del poder, posee las mayores reservas de crudo del mundo. No obstante, la producción ha descendido hasta los niveles más bajos de los últimos 33 años debido a la falta de inversión y mantenimiento.

Los venezolanos se enfrentan a una crisis económica sin precedentes dada la escasez de alimentos, medicinas y dinero.