El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo hoy que por ahora no tiene previsto ordenar el repliegue del contingente militar ruso de Siria, pese a que su presencia en ese país implica la muerte de soldados y oficiales.

"Sabemos que el empleo de las fuerzas armadas en condiciones de combate implica pérdidas", dijo Putin durante su tradicional Línea Directa anual retransmitida en directo por la televisión rusa, al contestar la pregunta de un militar ruso emplazado en Siria.

La participación de las tropas rusas en la operación contra grupos terroristas en Siria, agregó, "es un instrumento único para el adiestramiento de nuestras fuerzas armadas, incomparable a cualquier maniobra".

"Si es necesario, podremos retirar bastante rápido a todos nuestros militares (de Siria). Pero por ahora los necesitamos, porque cumplen con misiones importantes, entre otras cosas para garantizar la seguridad de Rusia en la región y nuestros intereses económicos", subrayó Putin.

Tras varios años de implicación directa en la operación militar del régimen de su aliado Bachar al Asad contra grupos opositores e yihadistas, Rusia replegó a finales del año pasado al grueso de su contingente de Siria, tras proclamar la derrota total de la organización terrorista Estado Islámico (EI).

Permanecen en el país árabe las unidades militares de la base marítima de Tartus y del aeródromo de Jmeimim (ambas en la provincia mediterránea de Latakia), además del centro de reconciliación de fuerzas y varios batallones de policía militar que se encargan de garantizar la seguridad en algunas regiones sirias.

Según la prensa, el grueso de la presencia militar rusa en Siria está a cargo de una compañía militar privada, que contrata a efectivos en retiro y a voluntarios.

Putin recordó que "las operaciones de combate de envergadura con empleo de las fuerzas armadas (rusas) han concluido y ya no son necesarias".