Una sencilla operación matemática (70.000 euros -el canon fijo anual, el peor de los supuestos en cuanto a ingresos para la Esclavitud- multiplicado por 30 años) muestra la dimensión del proyecto que se encuentra en marcha. Es cierto que los ingresos de este son a largo plazo, pero la suma es elevada: 2,1 millones de euros, que se podrían hasta duplicar en el caso de que concurran variables, e incrementarse más si se produce la prórroga de diez años.

En declaraciones a este periódico, el esclavo mayor de la Esclavitud del Cristo de La Laguna, Francisco Doblas, sostuvo que, más allá de fines económicos, el objetivo principal de la iniciativa es social.

"El proyecto tiene dos cualidades que para nosotros son muy importantes", afirmó. Una de ellas la situó en el terreno de la solidaridad, en la línea del discurso que ha venido manteniendo durante los últimos años: "El fin por el que lo hacemos es la acción caritativa y social. Somos una sociedad sin ánimo de lucro y, en ese sentido, uno de nuestros objetivos es el caritativo". Y expresó a continuación: "La gran mayoría de lo que se recaude anualmente irá destinado a ayudar a los necesitados, y a lo mejor una pequeña parte será para el mantenimiento del patrimonio, pero fundamentalmente tiene un fin caritativo y social", indicó. "Si no, no nos hubiésemos metido", apostilló Doblas.

En su opinión, el otro aspecto es el "interés público para La Laguna". "No hay ningún velatorio y este estará muy bien porque puedes ir andando en lugar de coger el coche, tienes debajo un parquin y cuenta con una salida a la Vía de Ronda, es un espacio en el que no se molesta porque no hay residencias ni vecinos a los lados...", manifestó.