El Parlamento de Canarias aprobó ayer modificar la ley de Radio Televisión Canaria (RTVC) con el objetivo prioritario de impedir que la señal de la tele se vaya a negro a finales de este mes y estén en riesgo los 700 trabajos directos o indirectos que dependen del ente. Para ello, y ratificando un acuerdo alcanzado tras intensas negociaciones el pasado martes, los grupos apoyaron las distintas enmiendas presentadas y aceptaron no vetar la propuesta de CC de que el administrador único que habrá hasta finales de año sea José Carlos Naranjo Sintes.

La aceptación de Naranjo era uno de los obstáculos que dificultaban el acuerdo el martes, sobre todo porque, tras el pleno de ayer, apenas quedaban 24 horas para consensuar un nombre. La eliminación de los vetos facilitó el camino y todos los intervinientes en la sesión agradecieron la amplitud de miradas ante una situación que, eso sí, presentaron como totalmente excepcional. Con el acuerdo, la previsión es que Naranjo tome posesión el próximo martes.

Ante la presencia de un grupo de trabajadores, los partidos se felicitaron porque, al menos, ahora existen muchas posibilidades de evitar que las emisiones se suspendan y se pongan en riesgo los empleos a corto y medio plazo. Eso sí, también admitieron que la situación no está totalmente resuelta y que, pasados estos seis meses, se deberá contar con un nuevo consejo rector y clarificar el futuro modelo del ente, con una mayoría de grupos apostando por unos servicios informativos plenamente públicos y que no dependan de un concurso cada 8 años que desate la polémica de los últimos años y, en especial, meses.

Melodie Mendoza (ASG) subrayó que se ha de encontrar soluciones en 17 días y que, por eso, el administrador debía ser alguien con solvencia gestora y no un profesional de los medios, con lo que aplaudió el desbloqueo respecto a la figura de Naranjo. Por NC, Esther González remarcó que la presencia de Naranjo no será superior a 6 meses y culpó de que se llegara a esta situación "crítica" al último presidente del consejo, Santiago Negrín, que acabó dimitiendo. NC fue uno de los grupos más reticentes al administrador, pero, al aceptarse sus enmiendas, lo apoyó porque el futuro modelo de RTVC no queda condicionado.

Juan José Márquez (Podemos) aclaró que no se aprueba una nueva ley, sino que se intenta solventar una urgencia que ponía en riesgos los empleos, recalcando, como hasta ahora, que el futuro del ente pasa por una clara apuesta por lo público, la calidad y la independencia para que el Parlamento no quede a expensas de legítimos intereses empresariales.

La diputada del PP Luz Reverón se felicitó, sobre todo, por los trabajadores y agradeció el esfuerzo de consenso de todos, lo mismo que hizo luego Gustavo Matos (PSOE), quien mencionó a cada uno de los negociadores. No obstante, hizo autocrítica y admitió que ni su partido ha estado exento de errores en esta etapa de la RTVC. Matos confía en que el acuerdo sea "honesto" y en pro de unos buenos servicios públicos.

Por CC, José M. Ruano también reconoció que su partido no compartió todo lo hecho por Negrín y lamentó que no se renovara el consejo antes. Eso sí, se alegró del pacto y remarcó que, desde ahora, hay que mirar hacia el futuro.