En el resto del mundo la homeopatía no ha tenido un impacto tan negativo como en nuestro país. De hecho, según la francesa Michéle Boiron, que lleva más de 30 años dedicándose a este tipo de tratamientos, afirma que en su país y en otros del continente europeo, la homeopatía se utiliza como una alternativa médica a los fármacos convencionales.

Destaca especialmente su utilización en grupos de pacientes a los que no se les puede recetar otros fármacos, como embarazadas o niños de 0 a 2 años. "Es eficaz y no tiene efectos secundarios", explica Boiron a una entrevista a este periódico. La también miembro del Consejo de Administración del grupo Boiron, ha publicado recientemente un libro "Los dosieres del experto: Pediatría" junto a François Roux, farmacéutico y profesor de homeopatía en la Facultad de Toulouse.

Ambos afirman que estos medicamentos son totalmente inocuos. Algo de lo que ciertos sectores de la medicina en España han demostrado en el sentido contrario. La homeopatía se basa en la disolución cientos de veces en agua de una sustancia que, en su forma original es dañina. Esas sustancias son, ni más ni menos, que los medicamentos que se usaban en el pasado, a menudo muy corrosivos y dañinos. No obstante, los "grandes disolventes" en los que se basa la homeopatía consiguen "quitarles el efecto nocivo", como argumentan estos farmacéuticos.

El estudio más reciente que prueba la eficacia de los productos es el EPI 3, a petición de las autoridades francesas, coordinado por la Sociedad LA-SER y en el que también participó Laboratorios Boiron. "Se sabe que funciona, lo que no sabemos es exáctamente cómo", afirma François Roux, que sin embargo, defiende que ese fenómeno también ocurre con algunos medicamentos tradicionales. "Los resultados fueron positivos en todos los cohortes que se estudiaron, la homeopatía tuvo la misma eficacia que la medicina tradicional, pero sin los efectos secundarios", remarca.

Ambos homeópatas afirman que estos fármacos tratan de mejorar la vida de sus pacientes, así como facilitar el trabajo de los médicos. No obstante, hacen hincapié en que deben ser estos últimos los únicos que receten homeopatía. De hecho, consideran que el gran rechazo que existe en España hacia la homeopatía es porque han habido "charlatanes" que han degradado su funcionalidad. "En Francia ocurrió algo similar hace años", concreta Michèle Boiron, quien relata que ahora esta terapia ya se ha convertido en una alternativa más en el día a día de los ciudadanos de su país.

"La homeopatía es el aliado de la medicina convencional y no el enemigo", remarca Roux. Así, afirma que en su país, a los pacientes oncológicos, por ejemplo, el propio facultativo es muchas veces el que les sugiere utilizar medicamentos homeopáticos como "apoyo" al tratamiento tradicional. "Pero esto requiere que la homeopatía esté en manos de médicos y farmacéuticos formados en la materia, y no de Google", afirma el farmacéutico. "Los charlatanes podrían recomendar al paciente que dejaran la quimioterapia por la homeopatía, y ese es justamente el peligro que debemos evitar", incide.

Los homeópatas en España abogan por un sistema similar y aseguran que, gracias a la reciente orden ministerial, donde se considera por primera vez como "medicamento" a la homeopatía, podrá convertirse en una realidad. Eduardo Barriga, director General de Laboratorios Boiron en España, afirma que tanto para médicos como para pacientes, "es una excelente noticia". "Establece un procedimiento que nos va a aproximar a Europa", insiste Barriga.

El director general afirma que "los pacientes tendrán más opciones" pues los medicamentos homeopáticos se convertirán en un arsenal terapéutico adicional en manos de médicos y farmacéuticos y bajo la supervisión de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).