El exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo ha confirmado hoy que presentará su candidatura a liderar el PP antes del miércoles, con lo que se convertiría en el tercer aspirante, tras el anuncio de los diputados abulenses Pablo Casado y José Ramón García Hernández.

En declaraciones a Efe, García Margallo ha asegurado que hará efectiva su candidatura en las próximas horas, independientemente de que el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, dé también el paso para presentarse.

Margallo ha explicado que, tras el anuncio de Mariano Rajoy de abandonar la Presidencia del PP, él dio un tiempo para ver si había algún candidato con el que pudiese coincidir para apoyar su propuesta, pensando en Feijóo, algo que no ha ocurrido.

De hecho, el exministro ha aventurado que, si tuviera que apostar, su opinión es que Feijóo no se presentará.

"Si se hubiese llegado a un acuerdo yo hubiese dado un paso atrás. Ahora hay mucha gente que se ha comprometido con mi candidatura, ya no me pertenece", ha aclarado.

Quienes están detrás de él son una coalición de voluntarios que está recogiendo los avales "de uno en uno", sin ningún apoyo orgánico, "haciendo una labor preciosa, muy artesanal".

García Margallo ha dicho que "parece que sí" cuenta ya con los cien avales necesarios para ser precandidato, a la espera de confirmar que todos los que le han apoyado están al corriente del pago de la cuota.

En cualquier caso, ha admitido que aún no los ha registrado en Génova, aunque su intención es hacerlo antes del miércoles, cuando acaba el plazo.

Sobre el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, que también quiere suceder a Rajoy, ha opinado que será "un magnífico candidato" y ha bromeado al señalar que él -que tiene 73 años- no abusará "de la juventud ni de la inexperiencia" de sus adversarios.

El hecho de que haya varias candidaturas le parece "bien", porque en el proceso de "abrir ventanas" hay que darles a los militantes la posibilidad de elegir.

García Margallo tiene todo un programa de lo que, a su entender, debería ser desarrollado por el PP, que coincide con lo que, en su opinión, debe ser un Gobierno, con propuestas que abarcan desde la política exterior, hasta el Estado del bienestar, la reforma de la Constitución -cuyo "perímetro" debería empezar a delimitarse esta legislatura- o el modelo económico y europeo.

Incluye también ideas para la estructura del partido, convencido de que "los militantes ya se han cansado de asistir a la fiesta y quieren ser protagonistas de la fiesta" y con un mensaje de advertencia: "De no ser así, los partido morirán, al menos los tradicionales".

Entre las medidas sugeridas ha apostado por que diputados y senadores puedan presentar las iniciativas que les parezcan oportunas sin los controles "tan férreos" actuales por parte del grupo parlamentario.

Respecto a la crisis catalana, ha precisado que "jamás se puede dar un premio a quienes han dado un golpe de Estado", pero cree que "mejorar las cosas que no funcionan sirve para todos, incluidos los catalanes".