El Gobierno de Canarias ha declarado este lunes Bien de Interés Cultural (BIC) la escultura ''El Atlante'' y ha delimitado su entorno y protección.

Esta obra, del artista Tony Gallardo y dedicada al Océano Atlántico, es una figura de 8,5 metros de altura realizada con lava de los volcanes de la Isleta, y se conforma como un coloso que preside majestuosamente la Bahía de las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria.

''El Atlante'' es uno de los primeros encargos del recién nacido Gobierno de Canarias, presidido por Jerónimo Saavedra, para la recuperación y ejecución de infraestructuras, como es el caso de la variante de El Rincón.

El Ejecutivo elige al escultor Tony Gallardo la elaboración de esta escultura con la intención de ubicarla al lado de los acantilados existentes junto a la carretera GC-2 y la remodelación del entorno en el que se sitúa, ha señalado en rueda de prensa la portavoz, Rosa Dávila.

En ese entorno, el escultor representa la idea que tenía de la ordenación del espacio que envuelve a su obra como una unión entre naturaleza y arte.

Para ello, destaca de modo predominante la cuenca visual donde se localiza la escultura tanto para los observadores que la ven desde la autovía como por los que caminan por los paseos que la rodean.

De hecho, es precisamente esa permeabilidad y continuidad espacial y de observación, el espacio libre que envuelve a la pieza y el mar, la que le aporta significado simbólico y posicional al conjunto.

SIGNIFICADO MITOLÓGICO Y ARTÍSTICO DE LA OBRA

El Atlante es el hijo de La Atlántida, uno de los orígenes mitológicos del archipiélago, hijo del mar y de la isla, y tiene amplias resonancias en el modernismo insular y, entre otros, se encuentra en la memoria de Tomás Morales, Alonso Quesada y Saulo Torón.

''El Atlante'' es la tercera obra de gran formato para un espacio público de Gallardo, y no sólo responde a esa cultura artística y literaria que recorre la producción canaria del siglo XX, sino que responde, además, a una cultura de la piedra especialmente importante a la hora de hablar de la obra de Gallardo.

''El Atlante'' constituye un conjunto de miradas sobre el territorio, a partir de la historia del arte y de la literatura, que se levanta desde la técnica del collage, una técnica sobre la que el autor se había asomado ya en 1966 y 1967, con obras como ''Máquina II'' o ''Periscopio''.

El título ''El Atlante'' es una reivindicación de las raíces y la tradición insular, una reivindicación que se apoyaba también en la nueva cultura de la España de las autonomías, y suma a lo local y lo político lo universal, dado que los cíclopes son, también, uno de los temas mitológicos más queridos.