El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha rechazado hoy que la oleada de inmigrantes que están llegando a las costas españolas en las últimas semanas sea consecuencia del efecto llamada producido por la acogida de España al Aquarius.

En declaraciones a Telecinco, Marlaska ha asegurado que España está sufriendo un "empuje" de este fenómeno como antes ha ocurrido con Turquía o Italia, y ha incidido en que la inmigración es un problema de la Unión Europea, ya que España es la frontera sur por la que pueden entrar los inmigrantes, que "luego suben hacia arriba".

El titular de Interior ha defendido que hay que actuar en los países de origen mediante políticas de ayuda al desarrollo, siempre en colaboración con ellos, y también con los países de tránsito.

Precisamente, el próximo jueves Grande-Malaska viajará a Marruecos donde se reunirá con su homólogo para abordar la situación generada tras la llegada masiva de inmigrantes a España en las últimas semanas.

Respecto a su decisión de reemplazar las concertinas (alambres con púas o cuchillas) de las vallas fronterizas de las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla, ha dicho que se trata de establecer criterios razonables de seguridad con medios "mucho menos cruentos".

"La inmigración no es una cuestión de concertinas si, concertinas no", ha subrayado.

En cuanto a la propuesta acordada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, de crear "centros cerrados bajo autoridad europea" en territorio europeo para los inmigrantes, Grande-Marlaska ha dicho que no se trata de "campos de concentración".