Pedro Molina es desde ayer Hijo Predilecto de La Laguna. Tan pegadas al terruño, las fiestas en honor de San Benito Abad se convirtieron en el escenario en torno al que el ayuntamiento le hizo entrega del título a la mujer e hijo del desaparecido líder ganadero. Fue durante un emotivo homenaje celebrado en el teatro Leal y que tuvo una segunda parte musical, con conocidos solistas.

El acto lo abrió el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz. "La muerte de Pedro Molina, el pasado 20 de enero, sumergió en el dolor a familiares y allegados, sobrecogió al sector agropecuario de Tenerife y de toda Canarias, e impactó muy particularmente en la sociedad lagunera. Para mí, como para cientos de personas, fue un auténtico mazazo", empezó. "La ausencia de Pedro Molina se siente en el corazón, pero también en la articulación y profundización de las perspectivas del futuro de nuestra ciudad, nuestra Isla y nuestro país. Era dueño de una lucidez desarmante que se alimentaba de una excepcional inteligencia, de una experiencia dilatada y meditada, de una enorme capacidad para escuchar y para ser escuchado", expresó más adelante.

El regidor local siguió a continuación recordando su figura, a un hombre del que, dijo, "fue el mayor y mejor defensor que ha tenido la agricultura y la ganadería en Tenerife". "Fue un activista del desarrollo sostenible desde principios de los años 80, cuando todavía ni se conocía tal concepto en nuestras islas", manifestó.

Posteriormente subió al escenario la primera teniente de alcalde, Mónica Martín, y leyó el acuerdo plenario, y la mujer y el hijo de Pedro Molina recibieron el título entre aplausos del público. Antes de que diese comienzo la vertiente musical del acto, intervino en nombre de su familia el periodista José Carlos Marrero, que agradeció a todos los concejales la decisión unánime de distinguir a Molina, y recorrió varias vivencias y anécdotas que compartió junto a él. Entre otras cosas, Marrero apuntó que el ayer homenajeado tenía entre sus planes de futuro ser concejal de Agricultura del Ayuntamiento de La Laguna, y llamó a cuidar las semillas que a lo largo de su vida fue cultivando.