El Grupo de Investigación y Análisis de la Agrupación de Tráfico (G.I.A.T) de la Guardia Civil en Las Palmas de Gran Canaria ha investigado a dos personas como presuntos autores de los delitos de estafa, falsedad documental y usurpación de funciones públicas por ofrecer por Internet el permiso de conducción sin hacer examinarse.

Según ha informado la Benemérita en una nota de prensa., además, el G.I.A.T. Central ha detectado a otras cuatro personas relacionadas con estos hechos

La investigación comenzó cuando los agentes, a través de chequeos a las redes sociales, observaron que se estaba anunciando la posibilidad de obtener el permiso de conducción sin necesidad de realizar ninguna prueba de control de conocimientos teórico-prácticos.

Comenzó así la denominada ''Operación HAIDUC'', durante la cual los miembros del G.I.A.T. Central vieron que los anuncios eran visitados por una gran cantidad de usuarios que solicitaban la posibilidad de obtener los permisos de conducción, pensando que eran originales.

Además, detectaron la publicación de más de 550 anuncios similares, siendo todos ellos una estafa.

PAGOS DE ENTRE 300 Y LOS 1.200 EUROS

En las primeras actuaciones, que se centraron en la identificación de los supuestos autores de las publicaciones, y la posterior localización de las personas que se habían interesado por los anuncios, se constató que se abonaban las cantidades pactadas, para obtener el permiso de conducción, que oscilaba entre los 300 y los 1.200 euros.

Durante la operación se han realizado más de 34 declaraciones de personas que trataron de obtener los permisos de conducción, en la que se pudo conocer el modus operandi utilizando.

Así, los investigados informaban de los pasos a seguir a través de las mensajerías instantáneas, identificándose en todo momento como funcionarios de la Dirección General de Tráfico, utilizando el logo del citado organismo, para dar más credibilidad a los trámites.

Una vez captaban a los clientes, exigían un primer pago para iniciar los trámites, abonándolos a través de trasferencias bancarias pertenecientes a los presuntos delincuentes.

En algunos casos, cuando el cliente desconfiaba, les mandaban una autorización temporal para conducir falsa a su nombre, para que continuara con los pagos con el sello de la D.G.T.