Hace apenas tres meses, la sede de la AV Azorín no tenía suministro eléctrico por motivos que los propios vecinos no quieren recordar, un problema que sumió, nunca mejor dicho, en la más absoluta oscuridad a un colectivo que si bien siempre se ha distinguido por trabajar por su entorno, no podía organizar las actividades para los residentes que así lo precisaban.

Arreglados todos los problemas gracias a la intermediación y ayuda del ayuntamiento, las cosas han cambiado y se ha pasado de tener solo dos actividades "que se desarrollaban exclusivamente con las horas de sol, y una de ellas gracias a un grupo electrógeno de uno de los monitores, a un gran número de ellas", explicaron fuentes de la asociación.

"Ahora la actividad es desbordante. Se ha habilitado un aula de informática, se mantienen los talleres de pintura, hay costura, yoga, defensa personal, baile... Las cosas han cambiado y en algunas actividades hemos tenido que ampliar los horarios", apuntó con satisfacción uno de los miembros, que recordó que participan de los talleres unas 60 personas.

Agradeció la ayuda del ayuntamiento para solucionar el problema de la luz, "pero hay todavía cosas pendientes", aunque quiso destacar también la ayuda de una entidad bancaria que donó para la sede cinco ordenadores, un espejo de grandes dimensiones para actividades y 600 euros en comida para repartirla entre los necesitados. "Esos ordenadores han servido de mucha ayuda para personas sin recursos, para aprender a manejarlos o hacer currículum" , añadió.

"Por fin se hizo la luz", dijo la AV Azorín con satisfacción.