España se posiciona como el segundo país europeo más barato en la prestación de servicios básicos y para clientes de banca digital según desvela el Estudio sobre Servicios Bancarios en España de Deloitte.

El citado informe, elaborado para la Asociación Española de Banca (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), indica que, concretamente, el sector financiero español se sitúa por detrás de Reino Unido en la prestación de servicios básicos a sus clientes, con un precio un 58 % menor en relación con la media de los siete países europeos analizados. En el otro extremo se sitúa Alemania, con un precio anual medio de 181 euros.

Asimismo, España también es el segundo país de Europa con los costes más bajos en banca digital, ya que dichos precios son un 67% menores que la media de los países analizados (Reino Unido, Francia, Portugal, Holanda, Alemania, Italia y España).

Por otro lado, el informe desvela que el modelo de comercialización de servicios más habitual en Europa es la paquetización de servicios (bundling), a excepción de España, que se caracteriza por un modelo donde prima la relación a largo plazo con el cliente, con la búsqueda de una mayor vinculación de productos.

En este sentido, el informe también destaca que España es el país donde se ofrece un mayor nivel de servicios bancarios -transaccionales y no transaccionales-, tanto en el número como en la disponibilidad de canales.

Y es que el cliente español podría recibir hasta 115 servicios de sus entidades financieras, muy lejos de los 67 que ofrece Reino Unido, y un 41 % más que la media europea, que oferta 82.

De igual forma, la banca española destaca por ser el país de la Unión Europea que ofrece un mayor número de servicios gratuitos (como por ejemplo retirar dinero en la caja de una sucursal) con 87, es decir, un 76 % del total de servicios disponibles.

En este aspecto, Alemania y Portugal, con 48 y 47 servicios, se encuentran a la cola en oferta de servicios gratuitos.

Sobre el grado de accesibilidad de los servicios bancarios, el informe revela que el mercado nacional está muy por encima de sus homólogos europeos.

En España, el 79 % de los servicios se ofrece a través de canales tradicionales y el 73 % a través de los digitales, una cifra muy elevada en comparación con otros mercados como el holandés, que limita su prestación de servicios de forma multicanal al 57 %.

El informe recuerda que durante los últimos años, el entorno ha sido "poco favorable" para el desarrollo del negocio bancario debido a la recesión económica, las crecientes exigencias regulatorias, el deterioro de la imagen del sector y la profunda reestructuración del negocio bancario.

A este contexto "adverso" se suma el elevado nivel de competencia y la evolución del propio mercado, sujeto a los desafíos de las nuevas economías digitales, la captación y gestión del talento, el auge de nuevos competidores en aquellas áreas tradicionalmente más rentables de la industria y la lenta recuperación en la demanda de crédito.

"En este contexto, el cliente español continúa pagando un precio menor por los servicios financieros minoristas que por otros servicios básicos", concluye.