La lluvia no pudo, finalmente, y La Guancha vivió ayer, como cada segundo sábado del mes de agosto y desde hace 20 años, la Bajada de Las Hayas, singular romería que recrea cuando los vecinos que tenían reses se dirigían al monte para recoger hayas y engalanar calles y plazas.

Presidida, como es tradición, por el estandarte de la Virgen de La Esperanza que llevaron las candidatas a reina de la Fiesta de la Cosecha, esta popular romería bajó desde el monte cercano en dirección a la plaza de la Iglesia de El Dulce Nombre de Jesús entre parrandas, vino y productos típicos de la tierra.

Los participantes, ataviados con vestimenta típica y portando las correspondientes ramas de haya, recorrieron el camino tradicional por el monte para adentrarse en la zona urbana, con la llegada al Farrobo, barrio más alto del municipio, donde se produjo la primera para, siguiendo hasta la segunda, en La Asomada.

A las puertas del templo, todos los grupos participantes realizarán las tradicionales ofrendas a la patrona de todos los guancheros. En la plaza, este año los peregrinos fueron agasajados con un cochino asado repartido para reponer fuerzas.