Conscientes de que Europa sanciona la situación de vertidos en el Valle de Güímar, el consejero insular de Aguas, Manuel Martínez, muestra su preocupación porque los municipios obvien que esa multa también obedece a un problema que extiende a la Isla: "Es obligatoria la recogida de aguas negras". En esa línea, apunta que los tres ayuntamientos (Candelaria, Arafo y Güímar) tendrán "que hacer un esfuerzo para que haya el mayor número posible de viviendas enganchadas a la red de saneamiento", reconociendo que la inversión en alcantarillado "no es atractiva políticamente, pero sí obligatoria y necesaria".

En esta comarca se trabaja en la construcción de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) y se proyecta la Estación Depuradora de Aguas Residuales Industriales (Edari). Manuel Martínez explica que el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) dispone del proyecto de la estación y remitirá el borrador del convenio a los tres municipios. La financiación de la obra (seis millones de euros) está por definir "pero el presidente del Cabildo ya anunció que ese no debe ser el problema para su realización".

Pero el futuro Polígono Industrial Valle de Güímar, convertido en uno de los problemas más graves para la Isla por la situación de ilegalidad de sus vertidos, pasa por un Plan de Etapas, documento que incluye las actuaciones y los plazos en los que las realizarán para susbsanar la situación. Transcurridos varios meses, "solo Güímar aprobó ya (a finales de julio) ese Plan de Etapas", por lo que Candelaria y Arafo ralentizan el avance.

Manuel Martínez sostiene que la puesta en funcionamiento de la EDAR "se producirá a finales de 2019 o principios de 2020", pero el caso de la edari "está condicionada porque los trámites administrativos van demasiado lentos. Sin ese convenio con los tres ayuntamiento no podremos poner en marcha esa obra, aunque tengamos ya el proyecto".

Las industrias siguen vertiendo al mar en el Polígono Industrial Valle de Güímar. "Cierto que no hay autorización, pero también el juez es consciente de que se produciría un mayor daño cerrando todas las industrias, por lo que las medidas que ya hemos aplicado permiten constatar que los vertidos no causan contaminación ahora mismo". En todo caso, y cumpliendo la orden judicial, Candelaria (por vertidos contaminantes) y Arafo (por verter aguas negras a un barranquillo) cerraron varias empresas.

Con ello alude al análisis y control, analíticas, comrpobación de que quienes vierten lo hacen en las condiciones inadecuadas para que el que contamine pague "son las cuestiones sobre las que hay que aumentar la vigilancia".

En el análisis de la situación global que vive esta zona del Sureste de la Isla en materia de agua, el responsable del CIATF se muestra contundente al manifestar que, "contrariamente a lo que dice la alcaldesa de Güímar, la competencia en depuración y alcantarillado recae en los ayuntamientos. Si fuéramos competentes para el saneamiento y sus problemas, me pregunto por qué no lo somos para el abastecimiento. Esa postura de despejar el balón no ha lugar, sino que debemos coger el problema y solucionarlo. Eso requiere tiempo y trabajo".

Pero el Valle de Güímar tiene un problema añadido en materia de agua. "Los agricultores tienen dificultades para disponer de agua para el riego porque los acuíferos se están viendo afectados", señala Martínez, quien avanza que el CIATF se plantea la adquisición de un módulo portátil de desalación destinado a esta zona de la Isla. "Sería para 2019 cuando aportaríamos agua desalada a las zonas bajas de forma que se pueda liberar agua en la medianía destinada al uso agrícola".

Mientras tanto, Candelaria, Arafo y Güímar trabajan de forma desacompasada en la toma de decisiones respecto a los problemas que en este campo les afecta globalmente.

las claves

El año 2020 aparece en el horizonte como el esencial para disponer de todos os recursos fundamentales para que los vertidos del Valle de Güímar sean los correctos y legales

Una desaladora portátil es la medida con la que trabaja el CIATF para responder al problema de falta de agua de riego que tienen los agricultores de la comarca. Aportaría a la zona costera y liberaría en la medianía para el campo