El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha dicho hoy que "no hubo fallos de coordinación" entre Mossos, Policía y Guardia Civil el 17A pero se ha preguntado por qué quienes vendieron a los terroristas los precursores de los explosivos -acetona o agua oxigenada- no informaron a las fuerzas de seguridad.

En una entrevista con la Cadena Ser, antes de participar en el homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils y tras escuchar que algún comerciante, reconoce que se sorprendió al vender grandes cantidades de acetona o agua oxigenada, con lo que se puede fabricar explosivos, ha considerado que decir eso a posteiori es una falta de solidaridad.

Grande-Marlaska ha apuntado que se han adoptado medidas para un control "exhaustivo y efectivo" del comercio de esas sustancias, pero ha insistido en que si los vendedores se sorprendieron "era porque sabían que tenían una obligación de comunicar", independientemente de las circunstancias burocráticas.

Sobre la investigación de los atentados, y sin perjuicio de lo que se derive de la instrucción y del enjuiciamiento, ha garantizado que existió "una coordinación más que razonable" entre las fuerzas y cuerpos de seguridad y no se ocultó información sensible, por lo que no se puede deducir "ningún error","dejación" u "omisión" en la actuación de los Mossos.

Tanto las fuerzas de seguridad como las distintas administraciones actuaron "con la debida cohesión y lealtad a sus obligaciones", ha insistido para precisar que toda coordinación "es mejorable".

Las "mínimas faltas de coordinación que hubo", ha añadido, "en nada fueron determinantes" para que se produjeran los atentados o se dificultara la investigación.

Grande-Marlaska, que ha avanzado que se mantendrá el actual nivel de alerta terrorista, se ha mostrado convencido de que los actos del primer aniversario de los atentados se van a desarrollar "con toda la seriedad y la lealtad que exigen y necesitan las víctimas".

El ministro ha afirmado que no se va a confrontar con las víctimas que dicen que se han sentido desatendidas y ha garantizado que analizará las quejas, aunque ha recordado que "desde el minuto cero" se puso a su disposición la dirección general de atención a las víctimas del terrorismo.

Los plazos para ser reconocidas como víctimas sólo pueden ser cambiados reformando la ley, pero se ha comprometido a aplicarlos de manera flexible.