Uno de los propietarios de la empresa cárnica brasileña JBS, Joesley Batista, fue condenado a pagar 300.000 reales (unos 75.000 dólares) al presidente de Brasil, Michel Temer, por daños morales al acusarle de corrupción, informaron hoy fuentes judiciales.

En 2017, Joesley Batista, junto con su hermano Wesley, otro de los dueños de JBS, provocó un terremoto político al confesar a la Justicia, dentro de un acuerdo de cooperación judicial, el pago de sobornos a cientos de políticos de todo el arco parlamentario, entre ellos a Temer, a cambio de diversos favores del poder.

Batista reiteró las acusaciones en la revista Época, en la que acusó al mandatario de ser "el jefe de la mayor y más peligrosa organización criminal" de Brasil.

De acuerdo con la defensa de Temer, en la entrevista a Época en junio de 2017 Batista contó "mentiras" y "manchó la honra" del presidente con "afirmaciones absolutamente difamatorias, calumniosas e injuriosas".

Las acusaciones de Batista llegaron a hacer tambalear el Gobierno de Temer, quien llegó al poder en 2016 tras la destitución de Dilma Rousseff, de la que era vicepresidente.

Con base en los testimonios de JBS, el entonces fiscal general Rodrigo Janot presentó el año pasado dos denuncias por presunta corrupción contra Temer, pero ambas fueron rechazadas por la Cámara de Diputados, que por mandato constitucional debe autorizar la apertura de un proceso penal contra un jefe de Estado en ejercicio.

Paralelamente, Batista fue preso en septiembre de 2017 después de que la Fiscalía identificara que en sus testimonios había omitido información sobre algunos asuntos, pero en marzo de este año la Justicia le permitió responder al proceso en libertad con medidas cautelares.